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31 de marzo de 2011

mvp marzo - agüero.


La primavera acostumbra a definir la temporada futbolística. Para el Atlético, Marzo avanzó lento, demasiado, casi intrascendente en un curso para el olvido. Un mes indigerible que ha confirmado que el equipo vagará en tierra de nadie lo que queda de campaña, lejos de objetivos.

En el hastío del Calderón emergue de nuevo Agüero, héroe para siempre de cuantos niños atléticos acampen estos tiempos el fútbol entre sus aficiones. El argentino es un futbolista fuera de órbita, un oasis para el Atlético. Detrás de él no viene nadie. Y un rato después de nadie, de lejos, asoma alguno. Solo las ráfagas autocomplacientes de Reyes han hecho algo de sombra esta campaña a alguna mala tarde del argentino. Agüero hizo cuatro de los siete tantos atléticos del mes y sus números totales consagran su actual temporada: 19 goles en 33 partidos (12 en 24 ligueros).

De haber crecido en campos más fértiles que el Manzanares, Agüero estaría definitivamente señalado entre los elegidos del panorama futbolísticos actual. Su compromiso con el Atlético, incapaz de asegurarle siquiera participar en la máxima competición de clubs, le mantiene en un segundo escalón de la élite, pero han convertido al argentino en un icono a rayas. Agüero ha devenido en héroe en el barro, un cromo inmortal para un club incapaz de enlazar con su exitosa historia.

Quizá la mejor noticia fuera el partido de Agüero contra el Real Madrid. Ante el millonario vecino, el argentino estuvo absolutamente fuera de control. Frontal e imparable, nunca entendió de imposibles, lo intentó hasta el final y solo la labor del mejor portero del momento le privó de cotas mayores. Su doblete en Almería, donde el Atlético sacó a pasear complejos, tampoco sirvió para arañar más que un punto.


Otros nombres propios.
reyes. Pese a su fútbol barroco, plagado de guiños a la grada, el sevillano lleva toda la temporada en un nivel físico extraordinario. El dibujo con un solo extremo favorece su llegada y ante Villarreal regaló probablemente el gol de la temporada, al alcance de muy pocos.

forlán. Interesante reciclaje del uruguayo, que ha reaccionado a su falta de puntería retrasando su zona de actuación y asistiendo el juego de creación del equipo. Su asistencia a Elías salvo un punto en Getafe cuando el partido se encaminaba a su definición.

koke. Pese a perder el puesto ante Elías, el canterano ha participado en 10 de los últimos 13 encuentros y se afianza en el grupo. Ante el Madrid, se marcó un silencioso recital de primer toque y sencillez.

30 de marzo de 2011

tic-tac potato.


Se veía venir, cuestión de tiempo. Patata y fútbol unidos para la posteridad. La prensa deportiva se ha ganado a pulso su podio dentro de la intrascendencia informativa. Se ha construido su propio muro de obviedades, lugares comunes, simplezas y tubérculos. Tanta previa, tanto post y tan poca chicha terminan por anunciar portadas a ritmo de patio de colegio. Titulares industriales, a granel, perpetrados con vicio, casi con antelación a los acontecimientos y que son consumidos con voracidad porque apenas hay alternativa. La lotopubli completa el parecido con ironía sútil: son dos, es uno?

PD: Al hilo del tema, el espíritu residual del viejo gremio se respira mejor tras compartir lentejas con Juanma Trueba, un oasis.

PD2: Wiki-taka.


- Oiga, jefe, que he visto que ya está la portada de...
- Tsss!, calla niño, que va a salir la Carbonero.
- Ya, pero es que no ha empezado el partido y ya está lo del patatal metido, que hago yo?
- Tú estate atento. A ver, no ves el hueco para los números? Pues ahí, metes el resultado y lo mandas a imprenta.
- Pero, y si no ganan??
- Miira debajo, es que no ves?? "Escándalo patata", "Patatarato", "Uefatatoe" y "Patata vs fútbol, patata". Hay variantes.

24 de marzo de 2011

disparando a dar.


A Alberto R. Barbero (MARCA) no se le va la mano con los adjetivos. Si hay disparadero, hay disparadero y punto. Si hace bien poco tiraba a dar contra Quique Flores y armaba su batallón de artimañas más o menos convincentes, hoy pasa por vicaría De Gea, uno de los grandes males recientes del Atlético de Madrid. Vuelven las fuentes fantasmas bajo excusa off the record: opinan las siempre fiables "zonas nobles”, "despachos” y todas esas esferas accesibles solo para unos pocos.

Al parecer, informa Barbero, el gol de Özil ha sido "la gota que ha colmado el vaso de ciertas paciencias”. Debe ser que los vasos del Calderón son extremadamente pequeños y las paciencias, especialmente irritables, porque en año y medio en 1ª División, De Gea no ha dejado de sonar para la selección absoluta.

Pero no se preocupen, que el periodista también ejerce de abogado del diablo: “Admitiéndose que De Gea ha sido decisivo en muchos resultados positivos”. Un alivio, pero no se me despisten con retaílas contradictorias, que arranca pronto el carrusel de arducias argumentales, que estamos a lo que estamos. Viene de camino una “lista de errores” que blandiría el mismo Mourinho y que deben poner a De Gea fuera del Manzanares cuanto antes: colocó mal una barrera, falló en partidos que el Atlético tenía en el bolsillo [perdió 2-0 y 4-1] y por supuesto, fue el culpable de la eliminación europea.

“La clave del asunto, a nadie se le escapa”, revela la pericia investigadora de Barbero, “pasa por el futuro del guardameta”. Vaya. Resulta que, al final, los problemas con De Gea no tienen que ver con su calidad, si no con que se niegue a renovar. ¿Y entonces, para qué tanta ración de vasos desbordables?

Si aún se están preguntando cómo es posible vivir sin De Gea, es que son de poco leer. Si me dan un segundo, inflo globito de papel couché, doblo aquí y allá y me sale una jirafa perfecta. El destacado inferior lo revela: Asenjo se está poniendo cachas. No hay nada que temer, pueden respirar tranquilos.

Como anunciará MARCA que lo anunció, “habrá caso De Gea”. Y Barbero nos lo contará.



- Niño, tienes algo? Que esto de no tener Liga aburre a un muerto.
- Pues no sé... como me dijo aquello de que el conflicto siempre mejor que el acuerdo, estoy pensando.
- Pero a ver chaval, tú a qué vienes aquí? a aprender periodismo o a andar pensando?
- A aprender periodismo, señor.
- Pues coge un boli. A ver, quién falló el sábado contra el Madrid?

20 de marzo de 2011

el madrid resiste al kun. ATLÉTICO 1 - R. MADRID 2




La batalla terminó antes de llegar a las manos, en las riñas iniciales. Sin debate, como tantas veces, el derby se lo llevó el Madrid gracias a un tibio zarandeo inicial que mandó a la lona a su némesis local. Hace años que le basta un soplido al conjunto blanco para sobrecoger los planes de los atléticos. Una vez el partido ya está resuelto, el conjunto rojiblanco aparenta orgullo y trata de recuperar la autoestima poniendo en aprietos a su acaudalado rival. Es todo artificio. El guión no tiene trama, se resuelve en un suspiro.

La última bala del Atlético para salvar un temporada turbulenta se disparó al aire. El Atlético le ha perdido las ganas de discutirle al vecino y este año, entre Liga y Copa, ha tenido ración doble de resignación. Ya son 21 envites consecutivos sin ganar. Con Forlán intrascendente, solo la actuación de Agüero en la segunda mitad amagó cambiar el registro. Aún así, el fútbol subversivo del argentino no pudo con el Madrid. El preciso manejo de las áreas del conjunto blanco es de una eficacia incontestable. Su fútbol, otra cosa, es a menudo industrial, rasposo, muy medido de vueltas, solo apto para grandes adeptos.

Mourinho había preparado el encuentro a través del despliegue de su maquinaria pesada, con Lass y Khedira barriendo metros junto al Alonso más subterráneo que se recuerda. Una evidencia de la fascinación del técnico portugués por las cualidades mecánicas de sus pupilos. Solo así es posible que en el Madrid actual reluzca hasta el carbón de la sala de máquinas. Mínimo esfuerzo, máxima eficacia. El resultado fue un estado de anestesia general donde Khedira fue capitán general. Con Cristiano pendiente de los focos, el Madrid se pusó a rodar sobre los raíles del alemán, desconocido en su faceta de tren de mercancías. El primer tramo de partido fue suyo y también la combinación de mayor mérito de los blancos.

El mediocentro se dejó ver por la franja central para pivotear como los grandes tanques de área. Se desconocía que tuviera sensibilidad en el pie hasta la genial asistencia que Benzema no desaprovechó. El francés, hombre de moda al otro lado del río y por extensión, en todo el planeta futbolístico, dejó el gran -único- destello de brillantina blanco antes del cuarto de hora, batiendo a De Gea con una caricia del exterior de su bota diestra. Como Raúl en la 07-08, Van Nistelrooy en la 08-09 y Kaká en la 09-10, a l'enfant terrible del madridismo le tocó resolver en sus albores el derby del Manzanares.

Puesto de nuevo en evidencia por su fragilidad defensiva, el Atleti se encomendó a sus hombres de ataque, donde le suele ir bastante mejor. Aunque no si Casillas está enfrente. A cada acometida rojiblanca respondió diferencial el portero, héroe blanco por enésima vez en momentos de apuro. El guardameta, que vive sin sobresaltos bajo los muros de contención de sus compañeros, promedia dos paradas por partido liguero. Ayer realizó nueve.

Dos manoplas del capitán ante Agüero y Godín precedieron una fantástica estirada al remate del Kun, que aprovechó la dureza de cintura de Pepe. Se estiraba el Atlético, encaramado a las espaldas de Reyes y Agüero, satélites futbolísticos de un equipo errante. Xabi Alonso estuvo blando en un contrabalón con el sevillano y Casillas acudió de nuevo sacando sus puños fuera. Los mejores momentos del equipo local se esfumarían con otra llegada fulgurante del Real Madrid.

El balón pasó de una banda a otra hasta caer a los pies de Marcelo, que le lió un ovillo a Suárez y dejó en la frontal donde llegaba Özil. El alemán, desterrado a una banda en el esquema de contención madridista, optó por abandonar paulatinamente el costado y aparecer en el balcón del área. Desde ahí conectó un remate mordido que no preocupó a nadie salvo a De Gea. El joven portero realizó un escorzo innecesario y permitió el segundo tanto blanco.

Decepcionante por su incapacidad de hilar dos pases, el Madrid fue devastador en ataque. Su interés en recuperar el balón se resolvía trasportándolo lo antes posible a la zona de definición. Una lección de manual de Mourinho: no existen las zonas intermedias, exponente máximo de la indefinición en el deporte. Los blancos habían resuelto con dos hachazos y el interés se centró en devolver el partido a su estado narcótico. El Madrid inundó de barbitúricos cada jugada, con un sólido cerrojo y una operativa pérdida de minutos. El planteamiento acorazado que encumbró al técnico portugués en Italia también le da réditos en la Liga española. Incluso Alonso alumbraba artes desconocidas.

Elías, al que nadie advirtió, había dejado su sitio en el descanso a Koke, canterano que crece a cada partido y que puso en apuros el cemento madridista, que comenzaba poco a poco a resquebrajarse. El fútbol se adormeció y el derby se encaminó a su historia más reciente. Solo Agüero pudo sacar al partido de su órbita. Un futbolista descomunal, tres cuerpos por encima de cualquier otro con su misma camiseta. Percutió donde quiso y cuando quiso. Fue el único futbolista del campo que no supo de acuerdos previos entre rivales locales. Con Mourinho disfrutando su anestesia y el Calderón conformado, solo el Kun parecía indignarse. Su duelo de altura con Casillas dejó una segunda mitad repleta de emociones.

El guardameta blanco frustró primero una llegada fulgurante del argentino, que no encontró huecos para resolver el uno contra uno. Solo el portero era capaz de desafiar el ímpetu del Kun, pues no hubo defensor madridista que encontrara manera de frenarle. La salida de Diego Costa, especialista talonador, mandó a Agüero al costado zurdo, donde puso en evidencia a Ramos como antes había hecho con Pepe. El argentino retó a duelo al lateral sevillano. Arrancó, tiró una pared con Koke y ajustó un remate cruzado al que al fin Casillas no supo llegar. No dio tiempo a nada más, la rebelión de Agüero no saldrá en los libros. Ante el Real Madrid, no basta solo con el Kun.

14 de marzo de 2011

rueda de prensa.



Rueda de prensa del entrenador del Atlético de Madrid
"Allletico no ganó sábado por c'lpa calendario, claaro. Los rivals directs jueg'n un día ants para joderns. Claaro. Adems, Lmería se dejó ganar por otrs equips, poniendo reservs. Contr' Allletico pone a tods ls buens y se deja la piell. Ns insultn desde la grad, io no ssé por qué, porque io nunca entrenaría Lmería. Hay una consspirasión por mí. Para mí. Porque Allletico tiene envidios's, claro. Porque es saperchenpions de iurop. Es envidia, claaro. Por bichenpions de iurop. Es muy evidente todo el mundo envidia. Porque ns llamams Allletico. Y se conf’bulan. Mira los numers, tu. Ahí stan numers. Adem's, árbitro sconde algo. No stuvo bien, solo Mateu es bueno. Ste árbitro no me gusta nada. Perjudicó. Perjudicó nosotrs. Tengo lista. Tengo lista 13 errores contr Lmería que perjudicar'n nosotrs. Solo perjudican Allletico. Claaro. Mis jugadors's: hasta aquí. Sus jugadors's: hasta allí. Siempre tarjets amarills los míos. Solo pegan Reyes. Al otro no pegan. Porque hablais mucho de que Forlán no marca, vosotrs, pero el otro qué? cuántos? Eeeso. Yo quería un nuevve, solo Agüero y Forlán. Solo dos, para toda liga. Yo decía otro nuevve. Presidente sabe lo que quiero. Campo es patatal. Yo voy celebrar gol con mi hijo, no a provocar. Corren mucho rivals, seguro toman cosas raras. Yo no digo doping, dices tú. Yo no insinúo. Otros miran otro lado. Io no. Vess? Sin pelos. Vess pelos en lengua? Tú vess? Noooo. Por eeso io digo. El nosotros siempre perjudicar’n. Lóyicamente, siii. Porque se rían mis espalds. Io lo sé. Vosotrs lo sabeis. Pero no decís naada. Porque soiss hipócrit's. Sobre todo tú, el que mestá mirando. Hipócrita. Tú. Claaro. Esto son verdads, tu piensas no, pero son verdads, no son excus's. Que no!!!!!!! No son excus’s.


Perd'n.
"

13 de marzo de 2011

incorregible atlético. ALMERÍA 2 - ATLÉTICO 2




Como un adolescente talentoso al que sus tutores tratan de meter en vereda, el Atlético presenta una bipolaridad difícil de manejar. En Almería, volvieron sus desvaríos defensivos y las soluciones al mal comportamiento pasaron por la aparición obvia de sus recursos de mayor dimensión: las paradas de De Gea y los goles de Agüero. Aunque esta vez no bastó.

Y eso, pese a que los atléticos lleva un mes empeñados en ser, más que nunca, un equipo de fútbol. Sin miedo al balón desde que Tiago mostró que no quema tanto como para reventarlo cada vez que toca el pie, el Atlético ha comenzado a fabricar los encuentros en la cocina, a fuego lento. Y la receta no da malos resultados, tras cinco jornadas invicto, aunque los puestos de cabeza exigen un nivel de puntaje que el conjunto de Quique aún no es capaz de confirmar.

Se quedó corto ante un atrevido Almería, de los equipos del subsuelo que mejor trata el cuero. Mbami, inteligente tocador disfrazado de pivote africano de siempre, ejerció de punto de partida de las buenas intenciones almerienses. Casi todas pasaban por el talento de Feghouli, que se agotó a la media hora, y los tajos de Crusat. El extremo catalán, un clásico entre los velocistas, cambió su registro para sacar a relucir un gran gatillo de media distancia. Con el permiso de Ujfalusi, que atraviesa una fase de sueño profundo, firmó sin problemas dos voleas consecutivas desde la frontal. También Ulloa sacó un afilado remate de punterón. De Gea, imponente, dijo a todo que no.

El Atlético versión fuera de casa es menos fiable por definición, pero pasó demasiados apuros para gestionar la zona central. Diluido Suárez, el campo se hizo enorme. Mal asunto para un equipo que quiere perder el exceso de sus futbolistas más incisivos y dar paso a los intermediarios del gol. Reyes estuvo insoportable, desorbitado, en uno de esos partidos que sus afiliados obvian. Espantoso recordman (20 balones perdidos), su juego no tuvo más registro que yo, yo, yo y en ocasiones, también yo.

Agüero tardaba en entrar en calor. Hasta que el Almería no dio un respiro en la presión, no se vio al Atlético en las líneas de interés. Solo Forlán, convertido en una dinamo, trataba de darle sentido al fútbol de guerrilla. Un balón recuperado por el uruguayo llegó hasta Tiago, que se levantó la visera y bombeó para el Kun, que ya correteaba por el área. El argentino, antes de tocar el balón, amagó a Alves como los niños juegan a los toros y terminó definiendo sin oposición.

Al Atlético le había tocado la lotería de un futbolista mayúsculo y aún así, la despilfarró en la primera fiesta que tuvo. En una jugada, además, que Crusat había mostrado ya un par de veces. Un despeje cojo de Perea quedó en la frontal, donde solo habitaba un tipo, el catalán, que remató certero con la derecha lejos de la acrobacia de De Gea. Eficaz por su simpleza y reiteración.

El Kun se volvió a calzar capa y mallas y salió en mitad de la noche. En una diablura indescriptible, se marchó de tres rivales pegado a la línea de fondo y acertó a meter el balón para Godín, que lo sopló contra la madera de Alves. Un rato después, ya en serio, el argentino dibujó un gol fuera de la trayectoria natural del partido. En pleno desmadre, agarró un balón y se encaminó hasta su zona de diversión. Esperó a que Ujfalusi distrajera con su desmarque, y en cuanto le vio pasar por el retrovisor, quebró dos cinturas rivales y definió con la zurda por el palo menos visible para Alves.

De nuevo crédito inmerecido, de nuevo jolgorio en la línea de atrás. En otra llegada simple, de las preferidas, nadie atendió a Goitom, que se coló entre cinco tipos con la camiseta del Atlético y cabeceó a la red. La cabalgada final se sucedió en las dos direcciones y no resolvió nada, pero dejó una conexión Tiago-Agüero de alto voltaje: el portugués picó el esférico para el Kun, al que se le ocurrió acariciar una puntera sútil que desobedeció la dirección y se marchó a un par de palmos del poste rival. Un detalle de la asociación de las dos cimas futbolísticas del Atlético, motivos para dormir tranquilo una semana. No más.

10 de marzo de 2011

7 canteranos, a la selección.

Verano de selecciones inferiores. Al Europeo sub21, cuya clasificación España consiguió a última hora gracias a la repesca frente a Croacia, se unen este verano el Mundial sub20 y el Europeo sub19. El buen estado de la cantera atlética tendrá una buena piedra de toque, con la probable inclusión de 7 futbolistas en alguna de las tres listas. Los tres mayores (De Gea, Domínguez y Rubén Pérez) tienen sitio en la sub21, mientras que cuatro canterano más jovenes -Pulido, Keko, Koke y Borja- surtirán las selecciones sub19 y sub20.


Competiciones de selecciones inferiores - Verano 2011
- Europeo sub21 (Dinamarca, del 11 al 25 de Junio). Nacidos a partir del 01/01/88.
- Mundial sub20 (Colombia, del 29 de Julio al 20 de Agosto). A partir del 01/01/91.
- Europeo sub19 (Rumanía, del 20 de Julio al 1 de Agosto). A partir del 01/01/92.

La cita de la sub21 en Dinamarca es crucial. El más importante de los torneos europeos de selecciones inferiores dará la llave para los JJOO de Londres 2012: los tres primeros clasificados -o cuatro, si entrase Inglaterra- estarán en los JJOO, una cita a la que España no acude desde 2000, donde obtuvo la medalla de Plata.


La cantera atlética, solo por detrás del Barça.
Tres canteranos atléticos apuntan a la lista de Luis Milla. De Gea ('90) y Domínguez ('89) son fijos, mientras que Rubén Pérez ('89), titular en los dos decisivos encuentros frente a Croacia, es probable que tenga un sitio, ya que únicamente Javi Martínez asegura un perfil defensivo en un plantel repleto de medios creativos.

En el camino se ha quedado Ignacio Camacho ('90), ahora en Málaga y que jugó un par de partidos intrascendentes en 2008. Dos componentes de la actual plantilla atlética procedentes de otras canteras probablemente tampoco estarán en Dinamarca. Sergio Asenjo ('89) se rompió en su cesión a Málaga, mientras Fran Mérida ('90), convocado en los dos últimos partidos oficiales, debe luchar por pelear un puesto definitivo frente a varios titulares en Primera mayores que él, como Jordi Alba, Nsué, Herrera, Parejo o Capel.

Solo el Barcelona aportará más canteranos a la convocatoria que el Atlético. Thiago, Bojan y Botía son fijos, mientras Jeffren, Fontás o Montoya podrían tener un hueco. Detrás de la hegemonía culé, solo otro equipo tiene posibilidades de meter 3 futbolistas procedentes de su cantera*, el Real Madrid: Mata y Parejo estarán seguro, mientras que el guardameta Mejías disputará el puesto con Mariño, del Villarreal, ante la lesión de Asenjo.


4 canteranos, a por el Mundial sub20.
El Mundial sub20 de Colombia también tendrá una destacada presencia atlética. El bloque de Lopetegui lo forman los futbolistas del '91 que resultaron subcampeones en el Europeo sub19 del pasado año. Allí estaban Pulido ('91), Keko ('91) y también Koke ('92), el único futbolista de su año promocionado aquel campeonato junto a Muniaín. Los tres marcharán a Colombia para intentar repetir la hazaña de la generación de Xavi y Casillas en Nigeria '99, el único Mundial sub20 que ha ganado España.


Hasta Junio tiene para mostrar su nivel Borja ('92), recientemente llamado por Milla para el último entrenamiento de la selección sub20. Está por ver si el delantero salta una categoría para ir con los mayores de la sub20 o se mantiene con sus compañeros de generación en la sub19. Por el momento, se foguea en el filial rojiblanco, donde lleva 7 partidos y 2 goles desde que volvió de su lesión.


Otros internacionales.
Los 7 anteriores son los canteranos que más fuerte pisan en categorías inferiores. Salvo lesiones, todos estarán este verano representando a la selección española. Es poco probable que en las listas de Milla y Lopetegui haya alguna novedad por parte del Atlético, salvo que entrara en la lista de la sub19 Sergio Marcos ('92), mediocentro titular del filial, que aún no ha sido llamado en ninguna categoría. Un caso peculiar es el de Pedro Obiang ('92), futbolista formado en el Atlético hasta su salida en 2008 a la Sampdoria, con la que ya ha debutado en Serie A. También apunta a la selección este verano.

En Colombia, sin embargo, los españoles quizá se vean las caras con los también atléticos Leandro Cabrera ('91) y Sebastián Gallegos ('92), que acudirán con Uruguay. Incluso Germán Pacheco ('91), cedido en Gimnasia La Plata, podría entrar en la lista argentina para el Mundial sub20, uno de las citas del año para el fútbol base. Se la perderá Cédric Mabwati ('92), que no ha conseguido llevar a la RD Congo hasta las rondas finales de la CAF. Sin embargo, sigue adelante Gambia, donde es internacional Ousman Jarju (91'), anónimo delantero del Atlético B.

Más inminente es la cita de la selección sub17 a finales de Marzo, en Bélgica. Se trata de una ronda previa que da acceso al Europeo que se disputará en Mayo en Serbia. Allí competirán los futbolistas del '94, donde la presencia atlética es mucho menor. Solo estara Saúl Ñíguez, mediapunta que fue ascendido esta temporada al filial con solo 15 años.


* Athletic Club también podría aportar 3 futbolistas (San José, Muniaín y Javi Martínez) en el Europeo sub21, pero Martínez procede de la cantera de Osasuna.

6 de marzo de 2011

un atlético de altos vuelos. ATLÉTICO 3 - VILLARREAL 1




No se esperaba un Atlético de tal calibre, con tanta precisión, y con la conjunción goleadora de los tres futbolistas sobre cuyos hombros pesa la responsabilidad de llevar a puerto esta nave. Y menos ante Villarreal, aristocracia liguera, que quedó empañado en su visita al Calderón, y que afronta el tramo final de campeonato con la lengua fuera. No hubo noticias del fútbol bien peinado de los castellonenses, que han perdido la chispa de la primera vuelta y no aparenta tener gasolina para dos competiciones. La cuarta plaza se va a poner cara.

Parece definitivo pensar que llegan nuevos aires al Manzanares. Sea espejismo o punto de inflexión, tras cuatro derrotas consecutivas, el equipo se ha levantado. Gana, convence y acumula cuatro citas sin perder y 8 puntos de 12 posibles. El rastrojo de hace unas semanas ha mutado en un grupo profesional, sin histerias, bien engrasado y entregado a su causa, la que sea. Así todo fluye: los jugadores decisivos son decisivos y los secundarios dan la talla.

Reyes, Agüero y Forlán, para felicidad de los coleccionistas de datos, fueron determinantes tras semanas de goleadores inesperados. A los tres les tocó firmar el trabajo colectivo del grupo, cada vez más fiable. Ante un apacible Villarreal, el Atlético se marcó un partido de desgaste, maduro, en realidad bastante alejado de las expectativas. Estupendo Tiago (64/75 en pases), que en los meses fríos remó contracorriente y rodeado de socios está saliendo a lección por semana. Se merendó a Valero y dejó tiempo para mezclar con Mario Suárez, su pareja de baile preferida.

Uno de tantos balones que robó el canterano en el primer tramo fue a parar a los pies de Reyes, que inmediatamente enfiló la puerta de Diego López. La desobediencia civil del sevillano, que volvió a batallar en solitario, dió esta vez buen lustre para los videoresúmenes. Quebró a Bruno, que pasaba por ahí, antes de terminar regalando uno de los tantos de la temporada. Una fabulosa combinación de sutileza y precisión. Un latigazo certero, que subió hasta aparentar marcharse y descendió con violencia para entrar con una curva imposible para cualquier cancerbero conocido. Un prodigio de técnica individual al alcance de un puñado de elegidos. Y de aquellos que no dejan de intentarlo. La ovación fue larga. Al Kun se le escapaba una sonrisa.

Se movieron con extrema destreza los rojiblancos. Elías, aún de pretemporada, revoloteaba voluntarioso, y Forlán afinaba su reciclado juego interior. El Villarreal se atascó por dentro y no encontró alivio por fuera. Capdevila sufría las excursiones de Cazorla y tenía tarea doble con las ayudas ofensivas de Ujfalusi a Reyes. Cuando el checo se soltó, entre los dos descosieron la banda del catalán.

Incluso la defensa atlética mostró aires de grandeza. Sin Perea, Quique Flores dispuso por segunda vez la línea defensiva prevista en verano, la que marcan todas las guías y que naufragó en Alicante. El eje se ajustó con extrema naturalidad. Con Godín de capitán general, Domínguez estuvo excelente en la anticipación, aunque mostró fisuras en los duelos de velocidad con Nilmar. En unas de esas, frenó en seco una incursión del brasileño y provocó una peligrosa falta en la frontal. Hasta tres amarillos se incrustaron en la barrera para abrir un hueco por donde la zurda de Rossi coló el balón por el palo de De Gea, que con tanto tráfico no acertó a ver nada. Fue el único destello del italiano, desaparecido todo el encuentro.

Pese al gol, el Atlético no perdió la pausa de Tiago. Desde la salida de Simao en el mercado de invierno, Quique ha renegado de Juanfran, sustituto natural, para jugar con un único extremo. Lo agradece Reyes, descargado en ataque -3 goles en 5 partidos-, pero sobre todo el mediocentro portugués, que gana un socio. El costado zurdo es ahora territorio de diestros más amantes de combinar hacia dentro que de esprintar. Tanto Koke como Elías, a quien el míster dió la titularidad tras el gol de Getafe, ayudan a tejer una red con el eje central como no hacía el extremo del Besiktas.

El fútbol del Atlético, surtido en los últimos tiempos del vértigo de Torres, Agüero, Maxi, Forlán, Simao o Reyes, perdió su interés por la pausa y las marchas intermedias. No ha habido noticia en década y media de los herederos de Pantic, Caminero o Kiko. Hoy existe Tiago, futbolista con tendencia a buscar talento a su alrededor, y sobre el que Quique pretende construir un modelo de mayor posesión. Aún conservan los rojiblancos su juego de velocistas, imprescindible, pero la aparición de un puñado de buenos tocadores añade un nuevo registro. Al Villarreal le ganó quitándole el balón, no con su tradicional fórmula de cerrar y pegar. Pocos equipos pueden decir lo mismo, a pesar de las horas bajas de los de Garrido.

Noticia fue también Filipe Luis, al que le vino bien la condena en galeras del técnico. El brasileño se aplicó con brío en defensa, estuvo seguro con el balón y afilado en sus incursiones. De una pelota convencional, Filipe se inventó una virguería desconocida hasta ahora, de la colección que le diera fama en sus tiempos del Deportivo. Controló con un tacón en su caseta de lateral, desde donde arrancó hacia dentro con el balón cosido al pie. Llegó al balcón del área, donde no se le apagaron las luces: tiró una pared con Elías y picó para Agüero por encima de la defensa amarilla. El argentino, en su salsa, cuerpeó con Musacchio y acarició una vaselina sobre los casi dos metros de Diego López, que se desplomó al césped.

No hubo tiempo para coger aire. Como la noche iba de cromos caros, solo quedaba Forlán. Reyes tiró una pared con larubia y éste batió de nuevo por encima de López, con demasiada tendencia a irse al suelo. El 7 buscó con euforia al sevillano mientras todo el equipo acudía a la celebración del tanto del capitán. Godín, que llevaba toda la semana cerrando filas con su compatriota y amigo, corrió setenta metros para abrazar el fin de la mala racha del Cacha, siete partidos sin marcar. Los uruguayos cuchichearon algo antes de conjurarse con un nuevo abrazo, ya en intimidad. Cosas de vestuario.

3 de marzo de 2011

tierna mediocridad. GETAFE 1 - ATLÉTICO 1




El interminable ejercicio de impotencia futbolística del Coliseum retrató la incapacidad atlética de alzar el vuelo siquiera por encima de su vecino más humilde, que ya no le aparta la mirada. Ese derbi de migajas, se jactaran los blancos, pero es lo que le queda al Atlético, que se arruga en citas mayores. El Getafe, que ya le superó en méritos la campaña pasada, agita orgulloso el cinto de plata que le otorgó su plaza europea. No es para menos. El Atlético, un errante en tierra en nadie, camina demasiado lejos de todo como para tener objetivos. No es una temporada que premie la vulgaridad. El listón está demasiado alto.

Tras una campaña de disgustos, al equipo rojiblanco le retrata su visita al feudo azulón más que a ningún otro campo. A una docena de partidos del cierre del curso, apenas un par de puntos le separan de su rival. Octavo y undécimo, ambos conjuntos campean la llanura liguera, donde apenas ocurre nada, ni temor ni euforia. Dos equipos como tantos otros, intrascendentes en el discurrir del campeonato. Infinitamente peor noticia para los rojiblancos, por supuesto. El tedio mató hace tiempo las aspiraciones de los de Quique, que no hayan respuesta.

El Atlético resuena ya como una caja de música distorsionada. Un eco a algo, que por instantes afina, pero donde todo es lejano y extraño. Una melodía que irrita más que agrada, tan reiterativa que siempre suena a lo mismo. Le bastó al Getafe encontrarse con un gol en la primera ocasión para dormitar el resto del partido. Cata Díaz descosió el balón desde su cueva, jugada que Miku conocía más que Godín, que acudió sin fe. El venezolano llegó primero y cedió a Del Moral, cuyo disparo rozó el defensa uruguayo y se volvió indescifrable para De Gea. Quique, que andaba lamentando esta semana la facilidad para el acierto rival, debió erupcionar al encajar un tanto cuando la parroquía aún andaba acomodándose.

Así se las gasta el Atlético últimamente. No solo se busca sus propios problemas, sino que no tiene soluciones sobre la marcha. La factura de Quique no alcanza para imprevistos. Encajar un gol tan pronto es irritante, pero para un grupo con tendencia a la depresión, supone un cataclismo de proporciones inabarcables.

Míchel tuvo la tarde alegre y le había dado el mando a Parejo, que llevaba un mes purgando sus faltas. Malísima noticia para el Atlético. Con Víctor Sánchez de escudero, el madrileño se bastó para barrer el mediocampo atlético. Como los buenos futbolistas, su juego no tiene secretos: le gusta el balón. Lo pide a uno y se lo da a otro. La ecuación era un galimatías para Raúl García. Cuando el navarro acudía al quite, el mediapunta ya había trazado el pase y ocupaba otra zona.

En realidad, casi todos los duelos individuales fueron azulones: Gavilán pudo con Valera y Del Moral jugó a su antojo con López. Los pasillos atléticos eran autopistas sin limitar. Algo mejor les fue a Godín y Perea en el eje, que se rearmaron tras el despite inicial, sometiendo los espacios de Colunga y Miku. Cata Díaz, que de esto sabe un rato, ató en corto a Agüero, que sufrió una de las tardes más negras que se le recuerdan. Cemento armado, el zaguero argentino.

Del lado atlético, el partido era Reyes, que a su retruécano habitual añadió un sospechoso empeño en mezclar con Forlán. Debió leer prensa estos días. El extremo acaparó los números rojiblancos: lideró remates, faltas recibidas, balones perdidos y pases realizados. Su poco acierto en éstos últimos (42 de 66) explica su obsesión por la asistencia definitiva, más que nunca con el uruguayo en la mirilla.

Sin ocasiones, dócil, el Atlético no molestaba al vecino, más que en alguna correría inocente. Lo mejor del primer acto fue un misil firmado por el utrerano que se marchó silbando el palo de Codina. Tras el descanso, era francamente difícil no mejorar. Por segundo envite consecutivo, el arreón final rojiblanco tuvo cierta consistencia. Con el agua al cuello, comienzan los braceos.

La aparición de Forlán en segunda línea es una gran noticia para el fútbol rojiblanco. Pocos tienen el panorama tan despejado. El uruguayo no se rinde. A falta de gol, se busca, trabaja y no tiene miedo al reciclaje. Cada vez remata menos y pasa más. Menos portería y más el compañero. Quizá baje a buscar la pelota porque no se la den, pero su fútbol ya no tiene visera y su capacidad para entender el juego es mayor. A falta de gol, sus cañones han mutado en instrumentos de precisión y comienza a interesarse en allanarle el camino a otros. Cuatro de los últimos cinco tantos del equipo partieron de sus botas. Significativo.

Y como el Atlético improvisa guión, aquí aparece todo el mundo. La ausencia de gol de sus dos estrellas más mediáticas está descubriendo muchos matices. Los secundarios atléticos siguen chupando cámara. Si hace días fue Koke quien sorprendió con un remate inverosímil, esta vez le tocó a Elías, ese tipo. El brasileño, un figurante hasta ahora, comprado para echar el balón al pasto en el alboroto rojiblanco, se marcó un cabezazo de bandera: desde el punto de penalti, de espaldas y sin ver portería. Solo los tipos muy buenos o con mucha suerte con capaces de anotar goles así. El chico, que arrastra desde su llegada la fama de sus antecesores, se dió por fin una alegría. De nuevo a pase de Forlán, cuya eufórica celebración le da a todo esto un punto de ternura: todo lo que le ocurre estos días al Atleti es, en realidad, muy del Atleti.