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31 de mayo de 2011

mvp mayo - agüero.


El último mes del curso dejó la misma sensación que toda la temporada, con el equipo anclado en torno a su hombre de mayor calado. Como el resto del año, Agüero fue referencial en Mayo y se volvió a erigir como mejor futbolista del Atlético. Lideró con goles en Coruña y en Mallorca y, en los encuentros en donde no apareció, el equipo no tuvo otras soluciones.

De los nueve meses de competición, el argentino ha coronado en cinco de ellos. La dependencia del argentino se ha hecho mayor por el incremento de su capacidad goleadora. Hizo más de la mitad de los tantos del equipo - 4 de los 7- en Mayo, y en el total del curso, un tercio de los goles llevaron su firma -20 de 62-.


Otros nombres propios.
reyes. La salida del once de Forlán ubicó al sevillano en la punta de ataque en los últimos encuentros, donde se liberó de obligaciones defensivas y dio rienda a su faceta más creativa.

juanfran. El desplazamiento de Reyes al centro le abrió un hueco en la banda en los últimos partidos y pudo mostrar algo de su talento. Anotó ante el Mallorca.

mariosuárez. En línea ascendente desde que se hizo con un puesto en el centro de campo, ha cerrado el final de temporada con un par de tantos que le darán visibilidad, el último de ellos ante el Racing.



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29 de mayo de 2011

réquiem por un héroe.


"Es la hora de partir." Sergio Agüero.


En la ficción, los héroes no decepcionan. Son eternos. No se rinden, no envejecen y no mueren, o si lo hacen, aumentan su leyenda. Por eso merecen que los niños les adoren y los adultos les respeten. El mundo real es otra cosa. Los músicos engordan, los políticos engañan y los futbolistas se marchan. Detrás de los grandes personajes, aparece inevitable el componente humano, falible y errático, que conforma aristas que complican la reverencia. La realidad no es el mejor lugar para ir a buscar referentes.

Pero el fútbol es un ecosistema lleno de afectos y pasiones, que escapa al sentido de la realidad, porque conforma un paralelo de ficción lejos del avatar diario. El aficionado no acude a los estadios, templos de la modernidad, con desfile funcionarial. Lo hace como ante un film o un libro. Para encontrar imposibles, sinrazones, emociones, utopías, absurdos, locuras, ficciones. Para construir héroes y villanos.

El dibujo animado que habitó el Calderón los últimos cinco años ha cerrado ciclo y anunciado su partida. Y toda una afición queda mirando en el andén, mascando resignación y escogiendo entre bramar o girarse con las manos en los bolsillos. Son tiempos de encajar. La pérdida es un sentimiento difícil de descifrar. Atlético y Agüero han caminado de la mano un tiempo. Es evidente que ahora se encuentran en órbitas distintas. Pocos clubs podían crecer a la misma velocidad que él. El Atlético no lo ha conseguido y querer salir le engrandece.

El desconcierto exige reposo, pero la inmediatez no tiene lazos, es pura tripa. Y el argentino ha usado fuego para marcar su salida. Una semana después de su último recital, Agüero ya es viejo, un recuerdo añejo, distorsionado a la fuerza. Nada en el contrato con el club le exige lealtad. Pero entre héroes y pueblo hay contratos invisibles. Su fútbol le hizo grande, solo la fidelidad le haría inmortal.

Existen liturgias en el fútbol que escapan a la razón. Para merecer un trono en el Atlético, hay principios innegociables. Solo hay un club en el planeta con el que Agüero se juega su lugar en la hagiografía atlética. Son códigos irracionales, como irracional es el fútbol. El club decide, la afición es soberana. No todo está en los libros de cuentas. Esta afición no vivió nunca una afrenta semejante a ver a su capitán y estandarte marcharse al eterno rival. Si lo hace, nunca más será Kun. Será Sergio Agüero, excapitán del Atlético y último gran héroe del pasado. Con toda probabilidad, el más grande futbolista del club de la era moderna.

El pasado le pertenece. Su futuro marcará su recuerdo y nuestra memoria. Los tronos son inmortales. Para merecerlos, hay que hacer algo más que jugar muy bien a este juego. El destino lo es todo.


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23 de mayo de 2011

agüero no evita la previa. MALLORCA 3 - ATLÉTICO 4




El superhéroe y futbolista atlético Sergio Agüero fue el encargado de cerrar el curso rojiblanco con un retrato de la temporada, acaparando todas las destrezas y la artillería del equipo. Su hat-trick en Mallorca, sin embargo, no fue suficiente para ascender al Atlético más allá de la séptima plaza y escapar de la farragosa ronda previa de la Liga Europa, pero sí para colocar al argentino con una veintena de tantos ligueros y más allá del centenar desde su llegada al Manzanares.

El Mallorca, al que le iba la vida, salvó la categoría finalmente gracias a la victoria del Valencia en Riazor, que descendió de categoría al Deportivo dos décadas después. El conjunto de Laudrup le pisó al final y llegó a quedarse a un gol de puntuar, pero su valerosa espoleada inicial le salió cara. Descuidar la retaguardia cuando ronda un tipo como el Kun es forzar demasiado. Tardó poco el argentino en acudir a un voleón más o menos intencionado de Juanfran, burlar a Nunes y batir a Aouate. Con la caraja local, no pasaron veinte minutos cuando Reyes hiló fino viendo el hueco por donde se coló Juanfran, hiperactivo el primer tramo, que anotó el segundo.

Al Mallorca le entraban las prisas, enganchado a Nsué y Webó, que trajinaban con peligro, pero todo lo que llegó al área visitante lo interceptó De Gea, decisivo en varias intervenciones, una de ellas tras un gran chut de De Guzmán. La grada se pegaba a los transistores mientras, en el césped, Reyes conectó con Agüero, que pinchó el balón y encontró la escuadra mallorquina con una caricia imposible, al alcance de unos elegidos.


Pero el 0-3 es una película demasiado sosa para el Atlético, que le dió cuerda al terror con protagonismo de Valera y una mano que fue hombro. De Guzmán transformó el penalti. Poco después, Webó cabeceó un centro de Castro bajo la respetuosa mirada de la defensa atlética y el Iberostar empezó a prestarle atención a la remontada. Pero entre la actuación de De Gea, enorme, y la lesión de Ramis, ya con los tres cambios realizados, el partido se precipitó. Anotó el cuarto Agüero en una jugada indescifrable, pasando por el hueco de una aguja y sacando una vaselina pegado a la línea de fondo. Una barbaridad. El último del Mallorca lo haría de nuevo Webó, ya en el añadido, con otro magistral testarazo. El Mallorca salvado y el Atleti, a la previa de Liga Europa. Con Agüero, tal vez.


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16 de mayo de 2011

el calderón despide a quique. ATLÉTICO 2 - HÉRCULES 1




En el fútbol, las aficiones escogen tótems a partir de las grandes gestas, pero los matices son definitivos para calar hondo. Quique Flores, para siempre en la retina como el técnico que devolvió lustre a las vitrinas rojiblancas, se marchó entre lágrimas, agradecido, sincero. Mal año para el fútbol, definitivo en escenas de andén de estación. A Forlán y a Quique les acompañará la misma gloria en la consecución de los dos títulos europeos, pero, en la jerarquía anímica del Calderón, ya ocupan plazas distintas. El estadio despidió anoche al técnico con la ovación más emocionante y larga de los últimos tiempos, al tiempo que reforzaba su apoyo a Flores con un desconsolador “uruguayo mercenario”.

El delantero charrúa, recluido en la grada ante el Hércules tras su enésimo roce con el técnico, sufrió un ajusticiamiento público en el que podría ser su último partido como rojiblanco. Pocos futbolistas han descendido tanto en tan poco tiempo. Héroe de la Liga Europa y Balón de Oro del pasado Mundial, solo nueve meses después ha tocado fondo, ha perdido galones e incluso el respeto de sus fieles. Su campaña ha sido un rosario: enfrentado con la grada, con algún compañero y, finalmente, con el técnico. La afición, soberana y cruda, no ha aceptado un año de ofensas y la ruptura tiene difícil solución.

En el campo, el trámite ante el Hércules se saldó con la clasificación europea en un partido bajo mínimos, marcado por la renuncia al balón y la aparición estelar de Agüero y Reyes, que repetían en el frente. Los alicantinos, ya descendidos, defendieron sin tensión el primer ataque local y Domínguez anotó tras un rechace a disparo de Mario Suárez.

A pesar del tanto, el Hércules creció alrededor de Farinós, un tipo al que todavía se le puede fiar dinero, y de su guardameta suplente, el holandés Velthuizen, que pronto sacaría un pie imposible ante Juanfran, efervescente en su costado. Llegaba limpio el Atlético, pese a la antediluviana defensa de cinco de Djukic, que le traerá tantos recuerdos. En dos jugadas similares, a Koke y Suárez les faltó diente en el remate y estrellaron sendos balones en la cruceta y la cepa del poste.

Ante las bajas de Godín, Perea y Ujfalusi, Quique había dado la alternativa a Pulido, que hizo un cursillo acelerado de fútbol de élite. Primero se la jugó Abraham Paz, perro viejo, que buscó el suelo en un forecejeo aéreo y se cobró un penalti. De Gea, enorme en los once metros, corrigió al debutante y detuvo el lanzamiento de Trezeguet. Ya en la segunda mitad, el central canterano cambió de marca a balón parado y se encargó del ariete francés. Mal negocio. El ex de la Juve le ganó el espacio tras un córner y anotó el empate.


Voló entonces el Atlético enganchado a su juego de contragolpe y aprovechando los espacios a la espalda de la zaga blanquiazul. Lanzado por Reyes y Agüero, el conjunto rojiblanco finalmente encontró el segundo. El sevillano abrió el pasillo para el Kun, que no pudo definir ante Velthuizen, cuyo rechace voló imantado hasta la zurda de Reyes, que lo calzó de volea desde la frontal. Las intermitencias del genio sevillano son tan insoportables como deliciosas. Como las del Atlético, que el año que viene disputará la Liga Europa, la competición que le devolvió la gloria.


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11 de mayo de 2011

la liga no tiene campeón.


Si no lo ven es que no existe. El día que la competición se puede decidir en favor de otros no es el mejor día para acudir a la prensa digital con inocencia. Una hora antes del comienzo del Levante-Barcelona, 19 AM, los dos periódicos deportivos de mayor tirada nacional, se definen en su sesgo, corporativismo y falta de vergüenza deportiva. Por encima de los regionalismos, forofismos y vanidos argumentos de target empresarial, esto no beneficia en nada a nuestra competición estrella ni a nuestro fútbol. Pronto sacarán la bandera del apoyo al deporte patrio.

Mientras tanto, dependiendo del medio que elijan, el más que probable campeón de Liga español está a la altura informativa del hijo de un entrenador o de la promo de una camiseta. Así se cotiza el respeto al lector deportivo de este país, incluso al madridista, que tampoco merece ser tomado como estúpido. La liga es la mayor expresión de la identidad futbolística de clubs este país, la mayor competición del deporte estatal. No la pisen así, no tienen derecho.

el atlético se seca. RACING 2 - ATLÉTICO 1




La racha goleadora que trajo el entusiasmo a orillas del Manzanares durante unas semanas ha dejado paso a una tierra baldía donde los errores defensivos no disminuyen de calado, pero la ambición goleadora tiende cada vez más a cero. De anotar 12 goles en los anteriores 4 partidos, se ha pasado a la victoria con apuros en Coruña, el paseo que se dió el Málaga la semana pasada por el Calderón y la lastimosa derrota en Santander, donde el Atlético disparó una sola vez entre palos. El gol.

Aupado a la chepa de Agüero, el equipo trotaba seguro, porque sus errores en defensa los corregía el acierto goleador de su frente ofensivo, especialmente inspirado. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, al Kun le ha entrado un hipo extraño y, alrededor, sus compañeros se han quedado mirando como quien ve pasar una vaca, sin capacidad de reacción. Es la dependencia en su mayor grado de expresión.

En Santander, al conjunto de Marcelino le bastaron dos ramalazos aislados de sus troteros suecos, Kennedy y Rosenberg, para meter al Atlético en un embudo mental del que le fue imposible escapar. Ambos tantos, como es tradición, penosamente defendidos por los rojiblancos, en una endemia que sería materia de estudio para expertos de la coordinación y el habitat de los bípedos.

Bien es cierto que las bajas obligaban a una defensa de circunstancias -tres cuartos de suplentes- que, sin esfuerzo, igualó a la habitual en peripecias sin sentido. El harakiri está vez lo firmaron una coreografía grupal en el primer tanto, con foto finish de un inerte De Gea; y un horrible Domínguez, en el segundo. El canterano, que aparecía por las ausencias de Perea y Godín, confirma con su rendimiento la fe que le ha retirado Quique este curso. Ha perdido mucho de lo que le hizo ganar elogios hace apenas un año, y aunque quizá tenga que ver con su falta de regularidad en el once, es igualmente cierto que podría haber conseguido más continuidad estando acertado en sus apariciones residuales. Precisamente, si la zaga se sostuvo a ratos, fue por la presencia de Ujfalusi, desplazado al centro como apagafuegos de sus colegas de retaguardia.

Aún así, el gol cayó pronto del lado Atlético. En una jugada de chiripa, tras un saque de esquina y un par de rechaces, el balón fue a parar a la frontal, donde apareció insospechadamente el bigardo de Mario Suárez para templar con suavidad la pelota a la red de Toño. Trotó un rato el Atleti con el marcador a favor hasta que una falta lateral botada por Kennedy y defendida por los hermanos Marx dió finalmente con el empate. Antes del parón, Antonio López, especialidad de la casa, mandó un libre directo teledirigido que escupió el larguero antes de ser definitivamente rechazado por la zaga cántabra.

La simpleza del planteamiento de Marcelino fue aniquiladora. Mandó buscar a Rosenberg y Dos Santos sin intermediarios, vía Henrique, que fustigó a la grada con un concurso de pelotazos durante gran parte del encuentro. El técnico racinguista ordenó retrasar la línea defensiva hasta la corona del área, donde ahogó los espacios de Agüero y Reyes, dúo atacante de los rojiblancos. Con semejante distancia, el campo se le hizo enorme al Atlético, que dominó sin problemas la distribución con Suárez y, especialmente, Tiago -85/103 en pases-. Pero unos metros más adelante, al Atlético se le apagaba la luz. Ni Elías ni Koke, falsos extremos, lograron protagonismo por dentro y el equipo caminó en la oscuridad.

Como resolución final, Domínguez cometió todos los errores que puede cometer un defensa en un par de segundos. Con la posición ganada ante Rosenberg, estuvo blandísimo en la cobertura. Cubrió el balón por fuera y se dejó comer el espacio por el atacante escandinavo, que no es precisamente un velocista. Después perdió el choque pese a que le saca un palmo de anchura de hombros y, finalmente, se fue al suelo cuando podía haberle achicado el espacio. El remate del sueco se coló por el palo corto sin que De Gea tampoco se empeñara demasiado en evitarlo. Retrato de actualidad de la pareja defensiva de moda hace no tanto tiempo. Estuvo mejor el guardameta con una mano velocísima ante el giro de Dos Santos, que poco después repitió remate, esta vez rechazado por la madera. La reinserción del mexicano en su vuelta a la Liga española es evidente: ha liderado la lucha por la permanencia y suma cinco tantos vitales en el tramo final.

Quique gastó la última la bala de Forlán, de fogeo desde hace tiempo, y terminó por perder el duelo táctico ante Marcelino, que acabó con cuatro laterales sobre el campo. El Racing certificó su permanecia en Primera durante una campaña más y el Atlético confirmó que su autoestima depende inevitablemente de su dominio de las dos áreas. O dicho de otro modo, que los defensas no tropiecen y que aparezca Agüero.

8 de mayo de 2011

el málaga desnuda al atlético. ATLÉTICO 0 - MÁLAGA 3




El mismo Atlético que venía surfeando hace algunas semanas en una ola de juego y resultados, se pegó un tortazo en casa ante un Málaga que no necesitó forzar la máquina para inclinar el partido de su lado. Le bastó una colección de errores de una zaga rojiblanca que últimamente aparentaba solidez porque sus compañeros en ataque venían maquillando su flaqueza, pero que, en la segunda vuelta, ha visto perforada su red en 12 de los 15 partidos disputados.

El Málaga actual merece un premio a la revolución futbolística. Tras el lavado de cara del mercado invernal y el margen para encajar las nuevas piezas, Pellegrini ha puesto al equipo sobre los raíles y no hay manera de pararlo. En los dos últimos meses, los malagueños firman los mejores números del campeonato: 19 puntos de 24 posibles, bastante por encima de Madrid y Barcelona. La columna Demichelis-Baptista-Rondón ha colocado al equipo en un escalón superior. Habrá que ver la campaña que viene de lo que puede ser capaz el técnico uruguayo manejando desde el inicio este Málaga, un club en evidente crecimiento.

Al Atlético, que comenzó con cierto aire, se le pinchó el globo a las primeras de cambio. Primero perdió a Perea, el velocista encargado de atar las correrías de Rondón, y después se dejó caer en un letargo del que ya nunca pudo salir. El partido se decidió en su fase inicial, porque el Atlético no tuvo respuesta a las primeras embestidas. El Málaga, que vivió agazapado en torno al muro central que lidera Demichelis, futbolista de alto rango, comprendió de repente que no es que la defensa atlética tenga cosquillas, es que es puro baile de San Vito.

El juego directo que preparó Pellegrini sobre el corpachón de Rondón enseguida dió resultados. El delantero burló la vigilancia de baja seguridad de Godín y cabeceó un preciso centro de Gámez en la única incorporación ofensiva del lateral. Estupenda campaña de Rondón, que firma ya 14 tantos. Si el chico lo estaba haciendo de lujo, encima tenía cómplices entre los rivales. Filipe bajó la tensión hasta los límites del sueño y le entregó un balón manso al venezolano, que activó los mecanismos de contragolpe blanquiazules. Abrió a Seba Fernández, éste picó al área y allí apareció Baptista para cabecear cruzado. Todo en un segundo, imparable para los movimientos a cámara lenta de la zaga local. El brasileño, un tipo que ha vuelto a la vida de nuevo en tierras andaluces, firma unos registros para tener en cuenta: 8 goles en 9 partidos.

Apagado el Atlético y conforme el Málaga, el partido entró en su fase contemplativa. Aunque su defensa fuera un circo, el Atlético no funcionó en ninguna línea. Se posicionó mal, llegó siempre tarde y la ausencia de Perea y Tiago le privó de referentes anímicos. Tampoco Agüero pudo nunca con el eje de Demichelis y Kris. El equipo se estiró algo más en la segunda mitad, pero no logró salir del tono gris de toda la tarde, ni siquiera cuando Quique apostó por Forlán como tercer delantero con media hora por delante.

Al menos, el sprint final dió para ver las primeras intervenciones de Caballero, que se aplicó un par de veces en remates lejanos y después en una doble ocasión de Costa y Forlán. Pero el último tanto, sin embargo, llegó en el otro área, tras otra pérdida amateur y el remate final de Maresca, un minuto sobre el campo.

6 de mayo de 2011

el traje de pitarch.


"Los que yo no traje, que no han funcionado, ésos los traje yo, pero el que yo no traje, que es el Kun, y que sí ha funcionado, ése si que no lo traje yo." Jesús García Pitarch.

[100% sic]. MARCA | 6 de Mayo de 2011.

3 de mayo de 2011

casi periodismo.


Del autor de la Teoría de la Insostenibilidad en el fútbol, barajador de manos con ases dobles y visionario del disparadero de futbolistas y técnicos, nos llega ahora “Menos es más”, tirabuzón minimalista a nivel Barrio Sesamo que tendría cierto interés si no se cayera por peso propio, subtitular dixit: si cuesta 10M y cobra 8M... dónde cuesta menos de lo que cobra?


PD: cuesta vs cobra muy remember del mosqueo vs goles.




- Jefe, hay una errata, pone que cuesta 10M y que cobra 8M, o sea que cuesta más de lo que...
- A ver, chavalín, quien firma esto, tú o el menda?
- Usted, pero que digo que el antetítulo y el subtítulo contradicen el titul...
- Mira que te mando de vuelta al CEU!! Tú cuando has visto un “casi” en un titular? Tú sabes lo mal que queda “Forlán 'casi' cuesta menos de lo que cobra”?? Me jode el titular y la gente se lía!
- Ya, pero es que no es cierto, y nos inventamos algo para...
- Pero bueno, hoy tienes el día tonto o qué? Un par de soplazos más y estoy en Veo7...

1 de mayo de 2011

agüero sigue siendo el rey. DEPORTIVO 0 - ATLÉTICO 1




El Atlético tuvo un parto en Riazor. Un ejercicio de paciencia, perserverancia y alta negociación, que solo se desvió cuando el mecano defensivo de Lotina perdió una pieza con la exclusión de Lopo. La reacción de Quique Flores, que respondió con el viento de Forlán y Juanfran, inclinó el campo hasta encontrar una fisura en el muro coruñés. Para concilio con la lírica, el autor del tanto fue, de nuevo, Agüero, líder espiritual, institucional y futbolístico de un equipo que amenaza cada vez más el status del Villarreal, cuarto clasificado. Sopla frío en Coruña, en cambio, que podría habitar los puestos de descenso al final de jornada.

En ausencia de Rubén Pérez, eje del tráfico blanquiazul, Lotina anticipó el dique con Aythami y propusó una contención con foso, empalizada y portón. Los de Quique, que traían carrerilla en esto de tomar fortalezas, se aplicaron en serio en el asalto de Riazor. Asedió con diplomacia, en parte porque no tuvo velocidad en las zonas de decisión, en parte porque el atasco no permitía glorias mayores, hasta que logró alcanzar una victoria que convierten los últimos tiempos en un delirio resultadísta: 13 puntos de 15 posibles; una sola derrota en las once últimas citas.

Alrededor de Tiago, que incluso en su tono gris fue capaz de gobernar el partido -81/75 en pases-, el equipo rojiblanco coció a fuego lento su respuesta al atasco coruñés. Elías, estupendo en los movimientos, aportó viveza, pero no alcanzó a engranar con el resto del equipo, que había bajado una marcha. Costa volvió a su rol de talonador y Ujfalusi, que hizo de él y de Reyes, abrió un surco por su costado por el que estuvo percutiendo toda la noche. El Atlético se limitó a silbar con disimulo por las inmediaciones del Aranzubia, mientras el Depor apostaba todo a una ficha en cada cabalgada. Guardado, el local con la mirilla más ajustada, probó a De Gea un par de veces antes de que Agüero astillara el larguero con un latigazo desde el balcón del área.

Atrincherados en torno al fiable eje Lopo-Colotto, el Deportivo solo creció en las fases que asomó la visión periférica de Valerón, pericia de artesano entre un batallón de peones de infanteria. Sin embargo, el equipo menos goleador del campeonato -27 tantos, cuatro menos que Messi- apenas mete miedo en el despliegue ofensivo. Más allá de los empellones a balón parado, el ataque coruñés es una estepa donde no hay potrero que ose adentrarse.

El partido se rompió a la hora de juego, cuando Agüero enfiló decidido la puerta blanquiazul, pero se encontró con el cemento de Lopo, que le chocó recibiendo su segunda amarilla. Flores tiró la toalla del control y decidió desatascar el embudo con Forlán y Juanfran. No le pudo venir mejor al Atlético, que comenzó a gotear ocasiones menores hasta que una excursión del extremo en combinación con el uruguayo la terminó coronando el oso del escudo, quién si no, nueve tantos en siete encuentros. Sergio Leonel Agüero. Sin él, el Atleti no tendría color.