Mal Atlético. Sin respuesta física ni alternativas desde el balón. Le pasó un tren por encima.
Arda y Diego se enredaron en una zarza. Siempre superados, ni desplegaron juego ni encontraron soluciones.
Pese al mal partido, el empate fuera es buen resultado y el Atlético sigue líder de grupo con 4 puntos.
El Atlético rascó un empate sobre la bocina tras estrellarse durante más de una hora contra el despliegue de intensidad y asfixia de un Stade Rennais plagado de suplentes. La embestida de los franceses desactivó la fe del clan de Manzano en la construcción a través de la pelota, a pesar de que el técnico olvidó sus rotaciones habituales y apostó por el once de los cromos, donde solo se echó en falta a Reyes, cada vez más alejado de su mejor versión.
Pretendía Manzano dar un golpe de autoridad de mano de sus mejores hombres y volver a los planes preCamp Nou, cuando el equipo danzaba y Falcao remachaba, pero no halló sus raíles y se estampó contra un muro de hormigón armado. El conjunto bretón se aplicó en la disputa física y planteó una partido de una intensidad extraordinaria, precisamente el día que el Atlético apostaba por sus estilistas. El resultado fue un atropello que solo se desatascó cuando el equipo renunció al control y se entregó a la histeria de la Salvio, que reventó el último tercio del encuentro y fabricó el tanto de Juanfran.
ahogado. El Stade Rennais propuso choque y disputa, pero el Atlético estuvo flácido en sus desarrollos y sin intensidad para la recuperación. Se quedó desactivado desde la presión. Ahogaron los pasillos y convirtieron la zona de posesión atlética en un embudo que nunca fue capaz de dejar pasar fútbol. Como no avanzó, se retrasó para mantener el balón y terminó por convertir su posesión en un manoseo defensivo sin interés ningún.
futbolín. Orden posicional extremo. Ni una ruptura, ni un desmarque. Sin alternativas de salida para los centrales, el balón se quedó atrás. Gabi y Diego, encargados del siguiente escalón, no mezclaron. La solución terminó siendo saltarse las zonas intermedias y pasar directamente a los atacantes. Muy poco de Arda en la creación.
errores. El Atlético se atrapó en una espiral de desaciertos ante un rival que le presionó con insistencia. Su zona de ataque quedo obligada a recibir constantemente de espaldas. Dificil de controlar y riesgo de robo y salida rápida del rival. Sin cambios de registro, ni de velocidad, ni de posición.
diego. El brasileño retrató el partido del Atlético. Sufrió de mediocentro. Incómodo en un bosque de atletas, se sintió agobiado, superado y cometió errores de bulto propios de la intensidad de la presión del rival. Estuvo blando ante Dalmat, que le buscó la espalda una y otra vez, y se fue de él con facilidad en el tanto francés. Cuando el Stade Rennais bajó el pistón, ya con el 1-0, encontró su lugar, se soltó y pudo aparecer en zonas de interés.
miranda. Bien en la recuperación, en la salida y en el orden. La mejor noticia de un sistema defensivo titubeante es el crecimiento del brasileño, a día de hoy el mejor defensor del equipo. Se empeñó en no zarandear el balón, pero cada salida suya era una búsqueda infructuosa de voluntarios.
controldescontrol. El Atlético hizo inútil la posesión. De nada sirve tener la pelota si no sabes qué quieres hacer con ella. Controló el partido, no hizo nada con el control y cuando se descontroló fue cuando empezó a generar oportunidades. El equipo demostró tener plan B, aunque llegará tarde.
salvio. Si el partido lo embarraron los titulares, lo rescataron los suplentes. Liderado por Salvio, efervescencia pura, el equipo se descabalgó, obvio el fútbol control y llegó con embestidas verticales. El argentino le dió varias vueltas de tortilla al partido hasta que lo puso de su lado. Interesante revolución para fases tan estáticas.
líder. El empate mantiene al Atlético líder de su grupo. Ganó en casa y empató fuera. No es mal arranque. De los 48 equipos de la competición, solo 5 han conseguido el total de los puntos (PSV, Sporting, Athletic, Brujas y Anderlecht). Empatado a 4 puntos con Udinese, a cierta distancia de Stade Rennais y Celtic, con 1. El margen de clasificación del Atlético tras dos partidos jugados está en 3 puntos. Buen colchón.
Pretendía Manzano dar un golpe de autoridad de mano de sus mejores hombres y volver a los planes preCamp Nou, cuando el equipo danzaba y Falcao remachaba, pero no halló sus raíles y se estampó contra un muro de hormigón armado. El conjunto bretón se aplicó en la disputa física y planteó una partido de una intensidad extraordinaria, precisamente el día que el Atlético apostaba por sus estilistas. El resultado fue un atropello que solo se desatascó cuando el equipo renunció al control y se entregó a la histeria de la Salvio, que reventó el último tercio del encuentro y fabricó el tanto de Juanfran.
ahogado. El Stade Rennais propuso choque y disputa, pero el Atlético estuvo flácido en sus desarrollos y sin intensidad para la recuperación. Se quedó desactivado desde la presión. Ahogaron los pasillos y convirtieron la zona de posesión atlética en un embudo que nunca fue capaz de dejar pasar fútbol. Como no avanzó, se retrasó para mantener el balón y terminó por convertir su posesión en un manoseo defensivo sin interés ningún.
futbolín. Orden posicional extremo. Ni una ruptura, ni un desmarque. Sin alternativas de salida para los centrales, el balón se quedó atrás. Gabi y Diego, encargados del siguiente escalón, no mezclaron. La solución terminó siendo saltarse las zonas intermedias y pasar directamente a los atacantes. Muy poco de Arda en la creación.
errores. El Atlético se atrapó en una espiral de desaciertos ante un rival que le presionó con insistencia. Su zona de ataque quedo obligada a recibir constantemente de espaldas. Dificil de controlar y riesgo de robo y salida rápida del rival. Sin cambios de registro, ni de velocidad, ni de posición.
diego. El brasileño retrató el partido del Atlético. Sufrió de mediocentro. Incómodo en un bosque de atletas, se sintió agobiado, superado y cometió errores de bulto propios de la intensidad de la presión del rival. Estuvo blando ante Dalmat, que le buscó la espalda una y otra vez, y se fue de él con facilidad en el tanto francés. Cuando el Stade Rennais bajó el pistón, ya con el 1-0, encontró su lugar, se soltó y pudo aparecer en zonas de interés.
miranda. Bien en la recuperación, en la salida y en el orden. La mejor noticia de un sistema defensivo titubeante es el crecimiento del brasileño, a día de hoy el mejor defensor del equipo. Se empeñó en no zarandear el balón, pero cada salida suya era una búsqueda infructuosa de voluntarios.
controldescontrol. El Atlético hizo inútil la posesión. De nada sirve tener la pelota si no sabes qué quieres hacer con ella. Controló el partido, no hizo nada con el control y cuando se descontroló fue cuando empezó a generar oportunidades. El equipo demostró tener plan B, aunque llegará tarde.
salvio. Si el partido lo embarraron los titulares, lo rescataron los suplentes. Liderado por Salvio, efervescencia pura, el equipo se descabalgó, obvio el fútbol control y llegó con embestidas verticales. El argentino le dió varias vueltas de tortilla al partido hasta que lo puso de su lado. Interesante revolución para fases tan estáticas.
líder. El empate mantiene al Atlético líder de su grupo. Ganó en casa y empató fuera. No es mal arranque. De los 48 equipos de la competición, solo 5 han conseguido el total de los puntos (PSV, Sporting, Athletic, Brujas y Anderlecht). Empatado a 4 puntos con Udinese, a cierta distancia de Stade Rennais y Celtic, con 1. El margen de clasificación del Atlético tras dos partidos jugados está en 3 puntos. Buen colchón.