entonces el gol. ATLÉTICO 3 - ZARAGOZA 1

"Tal vez salgamos reforzados." Manzano.

El Atlético hizo un poco lo mismo, pero esta vez llegó pronto al gol y se liberó. Gran Arda: dió sentido al resto de piezas.

La movilidad de Adrián ventiló el atasco del ataque. Además, anotó dos tantos. Falcao sigue encasquillado.

El Atlético solo ha encajado 2 goles en casa, el mejor registro tras el Barça (ninguno). La Champions sigue a 8pts.

atrapado en la tormenta. ATHLETIC 3 - ATLÉTICO 0

"En el descanso hubo pocas indicaciones, se estaban haciendo las cosas bien. El cambio ha sido sorprendente." Manzano.

Tres zarpazos del Athletic en 8 minutos destrozaron a un Atlético contemplativo y miedoso.

El conjunto rojiblanco sigue sin marcar fuera de casa en Liga. Ha perdido en Valencia, Barcelona y Bilbao; y empató en Granada.

El Atlético lleva 7 partidos sin ganar: 4 empates y 3 derrotas; con 2 GF y 12 GC. Se queda 12º, a 8pts de Champions y 3pts del descenso.

aún en el barro. ATLÉTICO 1 - MALLORCA 1

"Estamos buscando nuestra identidad." Manzano.

El Atlético vuelve a dominar (67% posesión), vuelve a llegar (19 remates) y vuelve a naufragar.

Manzano tocó zafarrancho demasiado pronto. El equipo se sobrepresionó y generó ansiedad.

El Atlético suma 6 partidos consecutivos sin ganar, aunque solo perdió 1 de ellos (Udine). Es 9º, a 6 puntos de la Champions League.

el atleti tiene un problema. UDINESE 2 - ATLÉTICO 0

"Hemos pretendido trabajar por fuera [...] El gol no debe obsesionarnos." Manzano.

El Atlético ha marcado 1 gol en los últimos 5 partidos. Lleva 273 minutos sin anotar.

Falcao personaliza la sequía: suma ya 460 minutos en blanco.

El Udinese arañó el partido sobre la bocina: marcó en el '88 y '93.

De nuevo en el barro. Tras dos meses de competición y pasado el periodo de prueba, Manzano se ha quedado sin coartada. El equipo lleva 6 de los 10 últimos partidos sin perforar la red rival. En Udine, dominó ampliamente a un rival roñoso, meritorio del infrafútbol y sin interés por el cuero; pero usó la posesión sin ambición, como pretexto para un control sin revoluciones, tan insípido como el fútbol de espera de los italianos.

Este Atlético sabe lo que quiere. Tiene un plan. Ha conocido el balón, le gusta, lo echa al pasto y lo trata bien. Lo pasea de una zona a otra, con gusto, incluso. Pero no tiene ritmo competitivo. Convierte los encuentros en entrenamientos sin redes. No hay hambre ni decisión. El fútbol tiene zonas terminales, definitivas, donde la divagación debe convertirse en determinación. El discurso debe traer conclusiones. El Atlético quiso el cuero, pero no supo para qué, y eso le hizo estar siempre con un pie fuera del partido. Y el Udinese pasaba por allí.

posesiónydespuésqué? Ya es crónico. El Atlético abusó de la posesión-control, sin interés ofensivo, y no tuvo más aceleración que la que le dió Diego. Ante el Udinese, no es difícil, tuvo un 60% de balón. Pero en qué zonas? Con que intención? A qué velocidad? Con qué consecuencias? El Atlético es un paquidermo, coge la pelota y nadie se la quita. Pero no hace nada con ella.

golgolygol. El equipo tiene un problema en la zona de definición y ya no es la falta de acierto. Ante Udinese, realizó 12 remates, 4 entre los palos, y ninguno de ellos desde el interior del área grande. Es decir, no disparó ni una sola vez a puerta desde menos de 15 metros. Eso es un problema.

siemprediego. Para Manzano, el 10 es Diego, y eso es indiscutible. Le adelanta o retrasa unos metros, pero jamás le escora y nunca le aleja de la zona nuclear. En Udine, lo ensartó con dos hombres detrás, dos a los costados y Falcao arriba. Pero el brasileño estuvo siempre solo, sin socios. Pizzi y Juanfran, conductores, no le tiraron una pared. Filipe y Gabi apoyaron con más energía que destreza, y Falcao es un muñeco lejos del área. Diego, una vez más, el mejor. Obvio.

alasdepapel. El giro a bandas descubrió a Pizzi, clon de Reyes, y un Juanfran que se dedicó a percutir estómagos rivales. A ratos, 4-2-3-1, a ratos 4-4-1-1, pero siempre estático, vulgar. La salida de Reyes tampoco dió mejor aire. El intento de Manzano tenía sentido, y pretendía explotar el remate de Falcao, pero el equipo no consiguió equilibrio ni ritmo para que las bandas tuvieran profundidad. Por fuera tampoco llegó el gol.

seco. GRANADA 0 - ATLÉTICO 0

"Hay que hacer mucho más." Manzano.

ATM lleva sin marcar el mismo tiempo que Falcao: 280 minutos. El equipo solo ha anotado en 2 de los 7 partidos. A cero fuera de casa.

El equipo se asfixió. Además, perdió la posesión (43%) por 2ª vez en la temporada (Camp Nou).

Se marcha a 6 puntos de los puestos de Champions.

Tan preocupado está Manzano en inculcar gusto a su equipo, que la elegancia se ha vuelto rácana con el único ingrediente que hace posible ganar partidos. Obsesionado por cocinar su fútbol, el Atlético se duerme a fuego lento con una receta que demanda una pasada por la sección de aliños. Ante el Granada, incluso flojeó estilo, apartó la mirada a ratos y se enganchó desesperado a Diego, huérfano entre infantes rojos y blancos.

Manzano salva cuello porque el estilo no es inmediato, porque su apuesta es valiente, de inicio y en marcha, y porque parece cuestión de tiempo que la red se alié con las buenas maneras. Pero el cronómetro de las histerias está en marcha y la afición colchonera es amante de apresurados juicios multidirección. Pero es el coste de meterse a inventar a los fogones: se puede resolver mal y rápido o se puede guisar bien y lento. Bueno, o mal y lento. 

ahogado. Ya ocurrió en Rennes y volvió a pasar en Granada. Los locales dieron un paso hacia adelante, acecharon muy arriba y apretaron la soga que el propio Atlético se coloca. La primera línea de tres granadina no solo funcionó como atacante, también acosó la salida de balón de la zaga atlética, con una posición exageradamente adelantada y distante del resto del equipo. El conjunto andaluz funcionó bien en la recuperación y mantuvo siempre un rango alto de revoluciones, mientras le duró la gasolina.

denso. El equipo fue extremadamente pesado en la salida. Muy lento en zona ancha, donde abusó del motor diesel de Suárez y Tiago, que formaron un engrudo. Solo Diego y Gabi dieron verticalidad al colectivo, guerra Reyes aparte. Tiago no tuvo profundidad, demasiado encorsetado y sin apenas incidencia en el equipo. Y Suárez sigue perdiendo un número altísimo de balones en zonas de riesgo, a pesar de su buen papel en la recuperación. Le sigue quedando ancha su camisa.

cansanciofifa. Salvio, Arda y Silvio fueron baja, Perea se quedó en el banquillo y Falcao jugó con la lengua fuera. Las citas internacionales dejaron cojo al plantel, que apenas tuvo un par de días de preparación del partido. También es verdad que quizá Manzano tiene peor fondo de armario de lo que cree.

juanfranlateral. La escasez de recursos y la fe de Manzano en el alicantino trajeron el invento. Salvo por las carencias propias de la novedad del puesto, Juanfran mantuvo el tipo ante velocistas como Benítez y Mollo, pero las reservas en la cobertura le impidieron soltarse en campo rival. El segundo tiempo no salió de la cueva.

diego10. Es el elemento gravitacional del equipo. Su presencia imanta el cuero. En Granada, estuvo un cuerpo por encima de cualquier otro futbolista. Flotó como eje del rombo la primera mitad y se retrasó más tarde con la entrada de atacantes, pero siempre tuvo habilidad para encontrar espacios donde recibir.

mirandao'clock. Ya es definitivo. El brasileño sigue creciendo y cada vez es más decisivo. Corrector de los agujeros en la zona Juanfran-Suárez-Tiago, además dió salida en corto y se mantiene en su empeño de no descoser el balón a la primera amenaza. Una de las razones por las que el equipo sigue sin encajar goles. Algo hay que rascar.

reactores. El equipo no anotará, pero Manzano no se acobarda sobre el papel. Tiró pronto de Adrián, que le dió otra velocidad al equipo, y más tarde de Pizzi. Retrasó a Diego a la línea de medios y pasó después por el 4-2-3-1: Assunçao, Gabi – Reyes, Diego, Pizzi – Adrián. Fue sentir la banda y al utrerano le cambió la cara.

deconstructing manzano.

Tras seis jornadas ligueras, el Atlético sigue en construcción. Por el momento es 8º, con 8 puntos de 18 posibles (44%).

Comportamiento bipolar: No encaja en casa (4 partidos, 8 GF 0 GC), no anota fuera (2 partidos, 0 GF 6 GC).

Es el 2º equipo que más remates realiza (97) tras el Real Madrid (126); y el 2º que menos recibe (30), tras el Barça (14).

126 días después de hacerse con el cargo, 106 tras la huida de Agüero, 55 de la llegada de Falcao y 46 del inicio de Liga, Manzano está tranquilo. Avanza el otoño y el Atlético pasea de su mano con inocencia estival, preocupado en ajustar sus ritmos, integrar novedades, enterrar mitos, erigir héroes y buscar la senda para los nuevos tiempos. Entre tanto, la competición exige el nivel que el equipo aún no esa capaz de dar, y que solo le ha permitido el arranque atropellado ante Osasuna, victorias sencillas ante modestos -Racing, Sporting-, dominio infructuoso ante rivales directos -Sevilla, Valencia- y el zarandeo del Barcelona.

Pese a unos resultados cuestionables, el equipo ha dominado la posesión en 7 de los 8 partidos, y realizó más remates que el rival en 6 de ellos. Mantiene todos los números que debe para cerrar sus victorias, pero se encuentra en una fase iniciática de su planteamiento, a ratos puéril, demorada por el retraso con el que el Atlético ha llegado al campeonato. La posesión, por el momento, no le da réditos a Manzano, con 3 victorias en 8 encuentros.

"Dádnos tiempo, por favor." Manzano.
"Somos un equipo en construcción." Tiago.

De los 18 jugadores que formaron la convocatoria de la final de la Europa League en Mayo 2010, el partido rojiblanco más importante de los últimos tiempos, 11 ya no están. En la última lista de Manzano, contra el Sevilla-, solo se censaban 5 jugadores que pertenecieran a aquella plantilla -Domínguez, Salvio, Reyes, Joel, A. López-. Solo el argentino fue de la partida. Los otros 10 titulares llevan en el equipo menos de 15 meses.

9 contrataciones en la 2010-11 -Filipe, Godín, Perea, Tiago, Suárez, Costa, Mérida, Elías, Juanfran- y 9 más la 2011-12 -Adrián, Falcao, Arda, Courtois, Gabi, Pizzi, Silvio, Diego y Miranda-. A los que sumar inscripciones de canteranos: De Gea la 10-11; Joel, Koke y Pulido la 11-12.

El Atlético no es solo un conjunto en construcción, es un club en busca de su identidad. Ha renovado referentes anímicos, ha repartido el peso desde la individualidad al grupo y ha cambiado sus estilos de juego. Por supuesto, tiene una nueva estructura deportiva, un nuevo entrenador y 16 jugadores en la plantilla que no estaban hace poco más de un año. No es que el Atlético esté en construcción, es que está en fase diseño. Ni siquiera ha cimentado.

"Las rotaciones son innegociables." Manzano.

Parte del trabajo que tiene Manzano por delante es recuperar la identidad de grupo, tras años de dependencia espiritual, futbolística y anotadora de un puñado de futbolistas, desde Torres a Agüero. Esta temporada, el protagonismo se ha democratizado. Salvo Asenjo y Pulido, toda la plantilla ha tenido minutos en los 12 partidos oficiales -incluyendo previa Europa League-. Y, salvo Pizzi, todos han sido titulares al menos una vez. 21 de los 24 que conforman la plantilla definitiva, además de Forlán.

Manzano trabaja una idea de grupo que tiene sentido desde lo que pueda aportar el individuo al colectivo. Detrás de las rotaciones, con un objetivo físico evidente, hay también una gestión de equipo. Esto polariza las reacciones: los jugadores menos habituales -Asenjo o Juanfran- se sienten importantes, pero iconos del ego -Reyes- se incomodan.

"El Atlético no es Falcao dependiente." Manzano.
"Buscamos mucho a Falcao." Filipe.
"Me buscan bastante." Falcao.

La obsesión Falcao. Las virtudes del juego del colombiano son evidentes, pero en partidos atascados se está generando un vicio del pasado: recurrir al gran delantero como respuesta a todas las preguntas. Ocurría con Agüero, futbolista con más movilidad y capaz de fabricar situaciones de riesgo en un equipo que elaboraba mucho menos. Con Falcao no tiene sentido. Se ha visto obligado a recibir balones de espaldas, alejarse del área, hacer funciones de receptor y no de rematador. Falcao mejora recibiendo de cara y en posiciones de remate. De otra manera, su contribución es infinitamente menor, además de entorpecer la función de quién sí debe crear. Faltan automatismos.

Que Falcao necesite balones para hacer su fútbol no implica que los necesite en cualquier zona. Ni el equipo debe buscarle tanto ni él debe ejercer esa fuerza de atracción. El eje del equipo ya no está en su delantera. Desde ese punto de vista, el Atlético actual es un equipo más avanzado, una fase siguiente de la evolución del trabajo colectivo. Se ha especializado y tiene futbolistas para dividir las zonas de creación -Gabi, Tiago, Arda-, de aceleración -Diego, Reyes- y de definición -Falcao-.

No es una dependencia que el goleador golee. Lo sería si acaparase todas las facetas del juego, no solo la anotadora. Más que con Falcao, el Atlético está teniendo un problema con el gol. En 8 partidos ha hecho 8 tantos, y ha sembrado dudas al no poder batir a Valencia, Sevilla y Barcelona, sus únicos rivales de caché hasta el momento. El principal problema de la falta de anotación está en no generar ocasiones. Si las hay, el gol es una circunstancia. En ese sentido, el Atlético es el 2º equipo más llegador del campeonato, con 97 disparos. Solo el Real Madrid remata más (126).

Falcao lleva 5 de los 8 tantos del equipo (62%), pero ha realizado 18 de los 97 remates (18%). El colombiano solo realiza uno de cada cinco remates del equipo, aunque su índice anotador es demoledor. Falcaoacierto.


"Necesitamos hombres de talante ofensivo, creativos y con finalización." Manzano.

El enroque Arda-Diego en el partido de Sevilla es una gran seña de cambio. El turco se alineó en el trío de mediocampo y el carioca por delante. En partidos anteriores donde ambos habían coincidido, como Racing o Celtic, la disposición se había invertido. Ambos son talentos técnicos de la zona ancha, pero las variantes de sus perfiles hace que aporten más en el campo ubicados de manera escalonada. Así, Arda da primera salida y consistencia; mientras que Diego se mueve con libertad, está más fresco y lanza al equipo. Manzano sigue girando las piezas del puzzle.


"Abusamos del juego interior." Manzano.

Tanto el esquema, como los trazos de los futbolistas, como las intenciones de Manzano apuntan al juego combinativo por dentro y la posesión en una franja corta de espacio. El error no es tanto abusar del juego interior, sino hacerlo a la velocidad inadecuada. Una posesión estática, de futbolín y en un registro corto de revoluciones sirve como instrumento defensivo, pero no aporta a la creación.

Con el Barça como espejo, Manzano trata de no ocupar las bandas de manera posicional, sino hacerlo a través de la llegada, a modo de la zona de basket. Sin extremos, las bandas no deben ser hábitat de los interiores, sino de laterales que suban y delanteros que caigan. Es una carencia que no tiene que ver con las intenciones, sino con la precisión. De nuevo, falta de automatismos. Con una plantilla que hereda extremos puros de etapas anteriores, Manzano se está aplicando en la reconversión, ya sea hacia zona atacante -Reyes y Salvio- o al carril defensivo -Juanfran-. De momento, sin resultado.


"[Ante el Barça] buscamos alternativas por fuera." Manzano.

La alternativa al atasco por dentro es acudir al juego directo por los costados. Hay pocas conclusiones que se puedan tomar del repaso del Camp Nou, pero una de ellas es que el 4-3-3 clásico se desarmó por el centro. Manzano dejó hueca la zona media, con Diego y Reyes abiertos y Falcao de ariete. Dando por perdida la posesión, la pretensión era ganar contragolpe y salida exterior. La idea no es mala y Manzano la ha probado en las fases finales de la mayoría de los partidos, volviendo a esquemas que permiten ubicar extremos.


"El balón marca la referencia defensiva." Manzano.
"A veces me quedo solo defendiendo." Suárez.

Uno de los grandes retos de Manzano es el equilibrio. Con un grupo de futbolistas ofensivos, es un ejercicio de ingeniería que el equipo no se parta. Suárez resume las virtudes y defectos del sistema en su fase actual: la salida de multiplica, el repliegue es débil. Es el precio a pagar, teniendo en cuenta que la mejor defensa es el balón: a mayor posesión, menos ataques recibidos. Aunque es probable que en esos ataques la debilidad sea mayor.


"Hay un gran trabajo defensivo." Manzano.

El Atlético encajado 6 tantos, 5 de ellos con firma azulgrana, y ninguno en su estadio, donde acumula ya 5 encuentros consecutivos imbatido. Es el 2º equipo que menos ataques recibe, tras el Barcelona. Courtois ha realizado hasta ahora 30 paradas. Solo por detrás de Valdés (14) y con mejor registros que sus rivales: Casillas (34), Varas (36), Diego López (37) y Guaita (43). De Gea fue la temporada pasada el 2º portero que más intervenciones tuvo que realizar.

buenas intenciones. ATLÉTICO 0 - SEVILLA 0

"A veces no se acierta [...] Me quedo con la actitud." Manzano.

El Atlético desplegó buen juego sin premio. Puede convertirse en un vicio feo.

Sevilla enredó y llevó el partido a la única fase donde podía controlarlo, la narcolepsia. Rey del interruptus.

El partido se frenó en los marcos. Varas lo paró todo, y lo que no paró él, lo hizo Courtois. 4º consecutivo imbatido en el Calderón.

En el duelo llamado a definir el estado de la cuestión del proyecto del Atlético en torno al balón, los de Manzano se volvieron a retratar en la indefinición. El equipo se empeña en mostrarse educado y termina por acomodarse en las buenas maneras, pero desatiende de vez en cuando echarle un ojo al marcador. Ante el Sevilla, se le escapó una cita obligada con el puntaje ante un rival directo en la carrera europea, con la aparente justificación en un modelo aún en construcción, pero que debería ir retirando andamios para dejar ver el resultado de la obra final antes de que los plazos impongan otro ritmo.

Vertebrado en torno a Arda y Diego, materia prima para un mecano de primer nivel, el Atlético dejó un primer acto de alto gramaje. Dominó, disfrutó y siguió el plan maestro, pero no alcanzó a ver el producto. Si el videomarcador quedó desierto fue en gran parte por los habitantes de los arcos, pintoresca antítesis uno del otro. Del lado sevillista, Varas, canterano tardío; del atlético, Courtois, fichaje precoz. Cada uno en su cueva se encargaron de levantar cemento y poner en evidencia a los rematadores rivales.

El Atlético se mostró mayor que el Sevilla, aplicado en uno de sus tantos duelos de rompe y rasga, y tan capaz siempre de criogenizar el fuego rival cuando se ve falto de ritmo futbolístico. En ese limbo se quedó atrapado el conjunto rojiblanco, con su cara bonita, su fútbol orfebre y su afilada estética. Un Atlético que transita una senda encomiable, pero que, de momento, no le lleva más lejos que los atajos de siempre.

arda+diego. Manzano viró el tapete y echó atrás a Arda y delante a Diego. El enroque le vino de lujo al equipo. El turco aporta más en el despliegue físico y el brasileño mejora cuando se libera. El resultado fue un eje central más consistente y una última línea más intrépida. Eso sí, mientras duró la gasolina.

silvioclave. Puede parecer un tema menor, pero la presencia del lateral portugués le da al equipo un ala en batida continua. Sabe subir en conducción y también aparecer al espacio. Hizo trabajar a Perotti hacia atrás y restarle fuerzas en sus acometidas. Su presencia, además, da simetría al equipo y mejora el costado de Filipe, al aumentar su capacidad de sorpresa.

presión. Una de las claves de la primera mitad fue que el Atlético presionó muy arriba al Sevilla. La defensa andaluza se agobió achicando balones y solo encontró solución embarullando el partido. Claro que funciona cuando da rédito. Si gastas más de medio depósito al descanso y llegas empate a cero, reduces los recursos físicos para la fase final.

falKO. El colombiano erró un gol antológico, pero bien es cierto que aplicó a la jugada todos los principios correctos: acompañó la posición, se desmarcó en dirección opuesta al conductor del balón -Reyes- y remató de primeras, sin controles. El éxito es muchas veces un factor imprevisible, pero existen vías para aumentar las posibilidades de alcanzarlo. El error de Falcao no fue de criterio, sino de acierto. Preocupa menos.

cortacourtois. Se le pide a menudo a un portero que sea poco protagonista. Que omita errores de bulto antes que interfiera con grandes intervenciones. Que detenga lo que debe y encaje también lo que debe. Que no reste en lugar de que sume. Solo unos pocos guardametas rompen esa línea. Minimizan sus errores y además, aparecen en paradas que no les exige el guión. Clase alta. Courtois pertenece a esa élite.