En la primera salida realmente exigente, de forzosa victoria para optar a grandes logros, el Atlético golpeó la mesa. Superados San Mamés, donde ganó, y las colisiones de Mestalla, Pizjuán, Madrigal y Bernabeu, los de Quique comenzaban otra liga en Anoeta, la de gana fuera de casa. Guarnecido como local, el punto negro del técnico atlético este tiempo ha sido el rendimiento fuera del Manzanares, donde solo contaba tres victorias en trece meses -Xerez y Valladolid la temporada pasada, y Athletic ésta-. Lo solventó en San Sebastían -donde sólo el Madrid había marcado- en un partido confuso, intenso, lleno de peripecias y con tiempo para la épica, pero que deja a los rojiblancos como un conjunto de garantías.
No le fue bien desde el principio, en un inicio lamentable, el peor de la temporada, donde fue ampliamente superado por una Real Sociedad más generosa, ágil y lanzada en los costados. Sabida es la aportación de Xabi Prieto y su toque elegante, pero la aparición de Griezmann le ha dado otra marcha a los donostiarras. El francés es un proyecto de futbolista mayúsculo, con variantes de juego, eléctrico pero con pausa para asociar. Sin embargo, no fue de su zurda exquisita, sino de la diestra, de donde partió el balón que remachó Llorente. El tanto desnudó la pizarra de Flores, que había emparejado a Perea con el francés y a Ujfalusi con Llorente. La idea, se supone, era meter velocidad en banda y salida por el centro. Naufragio.
Bajo de voltios, rancio con el balón y con una falta de concentración preocupante, durante media hora el Atleti fue Tiago. Es encomiable la paciencia del portugués con sus compañeros cuando ordena tirar la línea, les suplica balones al pie o desgasta suela presionando en solitario. Y si el compás no funciona, agarra la pala y a currar. No desespera, no bracea entre bufidos y sabe leer como nadie las necesidades del equipo, empujando para aparecer en el área rival. Lideró en la cocina, mantuvo compostura durante la fase oscura del encuentro y cabalgó con el equipo en la remontada.
Durante el resto del partido, el Atleti fue Agüero. Y Forlán. Y Reyes. Y eso sí es clave. Hay noches en que da la sensación que bastaría con que los defensas no se chocaran para ganar partidos. Porque en forma, su trío ofensivo es absolutamente letal, imparable. Ya habían abierto el ojo al final de la primera mitad, coincidiendo con el respiro que se tomó la Real, pero terminaron de despertar tras el descanso. Reyes pateó un balón al cielo, que recorrió cuarenta metros y que el Kun convirtió en plastilina. Todavía le estaba mirando Ansótegui cuando el balón ya había pasado por Forlán y dormía en la red. La contra venía de un córner a favor de la Real y un despeje en zamorana de Tiago dentro del área.
El partido ganó temperatura y el estadio decibelios. Aparentó reacción local, pero se movió mejor el Atlético en la caldera, con Forlán desatado, en el mejor rato de los últimos dos meses. Cobra más sentido su juego unos metros atrás, donde enganchó con Ujfalusi, de nuevo lateral al galope, y Agüero hizo el segundo. En fuera de juego, por cierto. En la tarde de los balones largos, Tiago encontró a Forlán y éste al peor Bravo, que salió como pivot al rebote, dejando el caramelo en los pies de Agüero -9 goles en 13 partidos-.
La recta final, trepidante, valió para que se pegaran una vez cada uno. Simao jugó con fuego en la frontal y se quemó, para suerte de Diego Rivas, que hizo el gol de su vida. Luego Reyes, que en vuelo es imparable, partió a dos rivales antes de que Mikel González se lo llevará por delante. Simao marcó el penalti sobre la bocina, con Agüero y Forlán ya viéndolo todo desde el banco, descansados. De nuevo temibles, los dos han vuelto y con ello ha vuelto el Atleti, ya no hay duda.
No le fue bien desde el principio, en un inicio lamentable, el peor de la temporada, donde fue ampliamente superado por una Real Sociedad más generosa, ágil y lanzada en los costados. Sabida es la aportación de Xabi Prieto y su toque elegante, pero la aparición de Griezmann le ha dado otra marcha a los donostiarras. El francés es un proyecto de futbolista mayúsculo, con variantes de juego, eléctrico pero con pausa para asociar. Sin embargo, no fue de su zurda exquisita, sino de la diestra, de donde partió el balón que remachó Llorente. El tanto desnudó la pizarra de Flores, que había emparejado a Perea con el francés y a Ujfalusi con Llorente. La idea, se supone, era meter velocidad en banda y salida por el centro. Naufragio.
Bajo de voltios, rancio con el balón y con una falta de concentración preocupante, durante media hora el Atleti fue Tiago. Es encomiable la paciencia del portugués con sus compañeros cuando ordena tirar la línea, les suplica balones al pie o desgasta suela presionando en solitario. Y si el compás no funciona, agarra la pala y a currar. No desespera, no bracea entre bufidos y sabe leer como nadie las necesidades del equipo, empujando para aparecer en el área rival. Lideró en la cocina, mantuvo compostura durante la fase oscura del encuentro y cabalgó con el equipo en la remontada.
Durante el resto del partido, el Atleti fue Agüero. Y Forlán. Y Reyes. Y eso sí es clave. Hay noches en que da la sensación que bastaría con que los defensas no se chocaran para ganar partidos. Porque en forma, su trío ofensivo es absolutamente letal, imparable. Ya habían abierto el ojo al final de la primera mitad, coincidiendo con el respiro que se tomó la Real, pero terminaron de despertar tras el descanso. Reyes pateó un balón al cielo, que recorrió cuarenta metros y que el Kun convirtió en plastilina. Todavía le estaba mirando Ansótegui cuando el balón ya había pasado por Forlán y dormía en la red. La contra venía de un córner a favor de la Real y un despeje en zamorana de Tiago dentro del área.
El partido ganó temperatura y el estadio decibelios. Aparentó reacción local, pero se movió mejor el Atlético en la caldera, con Forlán desatado, en el mejor rato de los últimos dos meses. Cobra más sentido su juego unos metros atrás, donde enganchó con Ujfalusi, de nuevo lateral al galope, y Agüero hizo el segundo. En fuera de juego, por cierto. En la tarde de los balones largos, Tiago encontró a Forlán y éste al peor Bravo, que salió como pivot al rebote, dejando el caramelo en los pies de Agüero -9 goles en 13 partidos-.
La recta final, trepidante, valió para que se pegaran una vez cada uno. Simao jugó con fuego en la frontal y se quemó, para suerte de Diego Rivas, que hizo el gol de su vida. Luego Reyes, que en vuelo es imparable, partió a dos rivales antes de que Mikel González se lo llevará por delante. Simao marcó el penalti sobre la bocina, con Agüero y Forlán ya viéndolo todo desde el banco, descansados. De nuevo temibles, los dos han vuelto y con ello ha vuelto el Atleti, ya no hay duda.
8 comentarios:
volvimos a salir empanados, me preocupa que no fuéramos capaces de meter miedo de verdad en casi una hora de partido. Creo que hasta el minuto 65 no vi un pase que eliminara una línea de la Real.
eso sí, por fin veo un Atleti capaz de dar la vuelta al partido cuando parece imposible. Sigo pensando que no sabemos gestionar los resultados ajustados en momentos de nervios (Simao, por dios!), pero bueno, final feliz por una vez. Y por una vez, situaciones dudosas de las que salimos beneficiados.
enhorabuena por el blog, mola!
JJ
Llevo tiempo leyendo tus comentarios en As y por fin me he decidido a leer tu blog. Muy bueno, me lo apunto en favoritos. Siempre es un placer leer a un seguidor del atlético con criterio, educación, y que no deja que su afición ciegue el entendimiento.
Un saludo. Txetun
Otro que se ha unido hace tiempo ya. Me gustaría que nos comentaras que tal la evolucion de tu blog en cuanto a visitas.
Sobre el partido, creo que el resultado a tapado las críticas que tenías pensadas. Partido bastante malo del ATM a mi juicio, cada vez empiezo a ver más a Simâo como nuevo origen de los males (despues de enterrar a Assunçao)
Por cierto, ¿que pasó con Filipe?
Media hora lamentable, después otra media decente pero sin gol y la última media aniquiladora: un cóctel explosivo.
Era un partido más clave de lo que parece. De los que enchufan a un equipo. Ganarle al Espanyol y enganchar 9 de 9 puede ser clave. Ni Valencia ni Sevilla ni siquiera Villarreal me dan más garantía que el Atleti.
JJ: gestionamos mal los partidos, cierto, pero mejor que hace un tiempo, lo cual es decir mucho. En ese sentido, mi fe en Quique y su vena Mou es ciega. Te espero más x aquí.
Txetun: si aguantaste la chapa que doy en los foros eres un santo. Me moló tu misnuud. Pásate cuando quieras. También sé cegar mi entendimiento y poner a parir, eh?
Alias: visitas pocas, sobre las 2000 mensuales. El blog lleva tres meses y soy consciente de que el público objetivo es reducidísimo. Tampoco lo busco. Hay otros espacios para aficionados a equipos de fútbol con miles de seguidores. Para charlar un poco de fútbol no necesitas tanta gente.
El partido fue 70% malo/vulgarzote y un 30% bestial. Al puro estilo real madrid, viviendo de un par de cracks. Nos podemos dar con un canto en los dientes.
Tengo la impresión de que Filipe nunca convenció demasiado a Quique. Tardó en meterle y no le ha permitido bajones. Pasa igual con Domínguez.
Lo comento con un compañero de curro: algo ha cambiado para bien porque hasta hace no mucho partidos como este o el del Valencia los habríamos perdido.
Ganarle al Espanyol sería la-po-lla.
Yo me fío de Quique: el año pasado quitó a Domínguez tras un fallo y muchos le acusaron de pasarse tres pueblos. Y mira cómo ha seguido trabajando el chaval. Ese rigor es el que siempre he echado de menos.
JJ
A mi lo que más me gusta de Quique, que a muy pocos entrenadores he visto en mi vida, es lo objetivo que es. Comete errores para darse cuenta enseguida, y creo que suele acertar bastante y no se anda con chiquitas. Me encanta que haya competencia en varios puestos, mejora mucho el rendimiento de los jugadores. Y él ya los va conociendo muy bien. Chapó por Quique!
Y muy de acuerdo con lo que comentáis...
Con respecto a Simao, yo hubiera metido a filipe o a antonio de interior al final del partido. Simao empezó bien, pero creo que se está desinflando un poco. ¿Qué os parecería un tandem filipe-antonio? Así das descando a Simao, y tanto antonio como filipe tienen calidad para irse y poner centros, nos os parece? y por supuesto ganaríamos defensivamente...
Saludos y aupa atleti!
Me apunto a Filipe de medio como relevo de Simao, pero con Domínguez detrás. Visto que Godín y Perea son por ahora la pareja de Quique, prefiero que Domínguez sume partidos a que lo haga A. López. Preocupa que el chaval se quede sin ritmo...
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