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14 de noviembre de 2010

el atlético recupera crédito. ATLÉTICO 3 - OSASUNA 0


Dos meses y doce partidos después, regresó Forlán. Y la vuelta a los focos no fue por rumores, declaraciones ni sequías, sino por sus goles. La redención del uruguayo, que anotó dos tantos y dió un tercero, vino de la mano de su compañero de vanguardia y el mejor futbolista que tiene el equipo de Quique. Agüero se marcó otro partido sin fisuras, como acostumbra los últimos tiempos, convencido ya de que tiene ante sí su temporada decisiva.

El argentino ha alcanzado la madurez y se sabe preparado para asumir circunstancias de riesgo. Agüero lidera sin voces, desde su fútbol, cada vez es más fiable, y produce a su alrededor un efecto contagio que engancha a compañeros y grada. Una virtud al alcance de unos pocos. Ocurre con Forlán, que sin el argentino es otro, pero también con Reyes. El sevillano estuvo especialmente participativo, jugó con serenidad y se contuvo en el desborde. Cuando se asoció con la dupla ofensiva no hubo para Osasuna modo alguno de frenarlos.

El conjunto de Camacho, peor visitante de la Liga -1 punto de 18- exigió derroche y el mejor nivel de ataque rojiblanco, que volvió a superar la veintena de remates. Cuando los rojillos acertaron a llegar, además, se toparon con un formidable De Gea, que evitó que el partido se escarpara. Volvió a insistir Quique con Mario Suárez en el lugar de Assunçao, como en el Bernabeu. Con el brasileño sano y en el banquillo, se atisba una apuesta del técnico a medio plazo, como ocurrió la temporada pasada con De Gea y Domínguez. Con más toque y capacidad para hacer fluir el juego, forma con Tiago una interesante combinación de despliegue físico y salida de balón.

Con el equipo apuntalado, Forlán acaparó los méritos, con un tanto y una asistencia antes del descanso. El gol que acabó con al sequía llegó tras una arrancada imparable de Agüero, cuyo disparo Ricardo no rechazó y dejó franco para el remate del uruguayo. Después aprovecharía un soberbio pase interior de Reyes para cabalgar y suspender el balón para el cabezazo de Agüero. En una variante táctica de Quique, el argentino se dispusó más alejado del área de lo habitual, donde chocó menos y combinó más, dejando a Forlán flotando como falso nueve.

La expulsión de Monreal y el segundo tanto de Forlán terminaron de cerrar el encuentro. El goleador rojiblanco recibió en la esquina zurda del área, bailó a Flaño y colocó el balón en la escuadra de Ricardo. Pudo marcar Osasuna en la recta final, estrellado contra De Gea; y también Mario Suárez, en un testarazo que acabó en la madera. Superado el calendario más duro, a este nivel el Atlético puede tomar velocidad de crucero en las próximas fechas como para recortar puntos con el grupo Champions.

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