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4 de diciembre de 2010

el atlético vuelve al enfermar. LEVANTE 2 - ATLÉTICO 0


En el peor encuentro de los últimos nueve meses, cabizbajo desde el inicio y con continuos reproches entre compañeros, el Atlético se llevó el tercer torzazo en siete días, cuya peor noticia es que nunca pretendió evitarlo. Fue el Levante, pero pudo ser cualquiera con mínima intención, porque el conjunto rojiblanco deambuló más perdido que nunca, anárquico en ataque y blandiblu atrás. Le bastó al equipo levantino armarse en torno a su eje central y no hacer concesiones para apuntarse una victoria vital en la lucha de la zona baja.

Para los rojiblancos ya no caben los cálculos. Poco importan los rivales directos. El equipo ha entrado en coma y el objetivo es recuperarle de una fase dolorosa que puede ir a peor. La última semana, con dos derrotas ligueras y la presumible eliminación europea, ha cambiado el paisaje atlético hasta hundirlo en el más absoluto desconcierto. Hay una crisis que gestionar y hace falta mucha contundencia desde el banquillo. Del hoyo debe sacarlo Quique, que ha mostrado capacidad para interpretar las dificultades y sacar las mejores prestaciones. de sus jugadores. Cuanto antes, mejor para las opciones de alcanzar Europa.

El equipo se limitó a acciones individuales, guerrillas en balde -Reyes batió su propia marca: 18 balones perdidos- y kilómetros de césped entre un jugador y otro. Puede dejar la lectura que sin Tiago no hubo batuta, pero lo que no hubo fue orquesta. Quiso Flores traer el equilibrio con Assunçao y Raúl García, pero lo mismo dió, fue un mediocampo fantasma. El brasileño, amonestado y al límite, fue sustituido por Mario Suárez antes del descanso. Mal pinta la cosa. García duró más, aunque confirma que no pretende ser mediocentro, sino defensa con llegada. De cada balón sacó una pedrada imposible y dejó agotado a Kun en la primera media hora.

Mal en líneas generales y fatal en las particulares. Por cuarta vez consecutiva, le hicieron un gol en los primeros veinte minutos, fruto del despiste, la desorientación o algo peor. De Gea salió entre dudas y dejó el balón al borde del área grande. Pero lo peor vino después, con un golpeó de globo de Juanlu que nadie quiso ni ver. Y así de fácil, Nano, que rondaba por ahí, cabeceó solo.

Luego De Gea salvaría al equipo de apuros peores, como en la pifia de Godín que Caicedo estrelló en el guardameta. Remar a la contra le había servido al Atlético para levantar los últimos envites, aunque después se le escaparan. Pero esta vez no hubo ni amago, y los rojiblancos se difuminaron ante la movilidad de Rubén y Xisco, que bailó una y otra vez a Antonio López. La precipitación de patio de colegio de Simao regaló la puntilla. Rubén recogió el caramelo y se lo pasó a Caicedo, que acarició con la zurda el balón a la escuadra de De Gea, con el Atletico ya en la enfermía. Otra vez.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé qué se puede añadir. Si hace 10 días alguien me dice que estaríamos así me habría reído en su cara.

Qué mal. Me mosquea lo que he leído en la prensa, eso de que hay unos cuantos "jefes" de vestuario a los que no les gusta que les tosan. Me mosquea porque eso significa que, si quieren, pueden acabar con el entrenador, y volveríamos a la dinámica de siempre.

Se lo dije a un amigo el otro día: vender a Simao y a Forlán en Navidad. Sé que es un imposible, pero creo que haría muy bien al Atlético la marcha de los dos, y no solo por el juego.

JJ

Anónimo dijo...

No me lo puedo creer

Hoy he leído en As lo siguiente:
"El entrenador del Atlético de Madrid, Quique Sánchez Flores, ha decidido trabajar de una manera especial con la DEFENSA del equipo en la jornada de hoy. De hecho, el técnico ensayó con esos jugadores al margen del resto del grupo en una sesión lluviosa en Majadahonda."

Increíble. Ahora solo falta que ponga a todos los centrocampistas en fila, les dé 50 balones a cada uno y se pongan a ensayar pases largos.
Bueno, dicen que no hay mal que por bien no venga. El que no se contenta es porque no quiere

Miguel

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