El primero es que el 11 de agosto era ficha oficial FIFA, y como tal, la mayoría de las selecciones tenían compromisos deportivos. Y el segundo, es que nadie tuvo en cuenta que si España salía campeona, sus futbolistas comenzarían -y por tanto acabarían- las vacaciones más tarde.
Del Bosque, por supuesto, es libre de hacer la convocatoria que crea más conveniente. Ahora bien, lo que sí tiene sentido es abrir un debate sobre si lo más acertado es llevar futbolistas con apenas dos entrenamientos. O incluso si es lícito que la Selección convoque jugadores cuando aún se encuentran en su periodo de vacaciones y ni siquiera se han incorporado a sus clubs, como ocurrió con Xavi.
Y por encima de la circunstancia de la victoria en el Mundial y el retraso de las vacaciones, la Federación hace tiempo que tenía dos fechas encima de la mesa con sólo 3 días de diferencia: un bolo de la Selección a diez mil kilómetros, y el primer partido oficial de la temporada, entre dos de los clubs más importantes. Y eso sí ha habido tiempo para solucionarlo.
Por seguir la polémica, ante una Supercopa Real Madrid-Barcelona, ¿qué hubiera hecho con las fechas la Federación? ¿Qué hubiera hecho con la convocatoria el seleccionador?
El calendario de partidos es tremendamente apretado, pero quizá alguien se plantee, por ejemplo, dejar de jugar a doble partido las eliminatorias coperas, como ocurre en otras grandes ligas.
Es una lástima que el primer partido de la reciente campeona del Mundo dé más para reabrir este tipo de debates que para hablar de fútbol.
El bolo terminó empate a uno. Partido lento, por la altura y la deficiente preparacíón física, en un Estadio Azteca eufórico. Gol de Silva, debut de Bruno y vuelta de Monreal y Cazorla. Xavi, espectacular, otro día más.
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