Las alarmas no deberían saltar, ya que su promedio en el arranque de temporada es razonable, 3 goles en 6 partidos de Liga. Sin embargo, unas declaraciones poco acertadas y el bache del equipo han centrado las frustraciones en un solo futbolista: Diego Forlán. Bien es cierto, por otro lado, que el uruguayo lleva secó desde el gol ante el Athletic: 619 minutos -439 en liga-. Otra cosa es que eso merezca que se cuestione al futbolista.
- Cansancio. En realidad, todo el resto de argumentos son secundarios: el uruguayo está fundido. 70 partidos oficiales la temporada pasada -57 con el Atlético-, con un verano cortísimo y pleno en lo que va de temporada: 9 partidos, 718 minutos (88%). Por muy buen tono físico que tenga un futbolista, es imposible de soportar.
- Cansancio. En realidad, todo el resto de argumentos son secundarios: el uruguayo está fundido. 70 partidos oficiales la temporada pasada -57 con el Atlético-, con un verano cortísimo y pleno en lo que va de temporada: 9 partidos, 718 minutos (88%). Por muy buen tono físico que tenga un futbolista, es imposible de soportar.
Por poner un ejemplo, Cristiano Ronaldo disputó 42 partidos el año pasado -35 con el R. Madrid-, casi 30 menos que el uruguayo. Además, Mundial más corto y sin Supercopa. Y con 6 años menos. Su rendimiento esta temporada es similar: 8 partidos, 3 goles y sin dudas de su compromiso.
- La ausencia del Kun. A Agüero no solo le echa de menos Forlán, sino todo el equipo: sin él, sólo han ganado 1 partido de 6. Forlán no marca sin el argentino, fundamental abriéndole espacios, pero es que nadie en el Atlético lo hace: 5 goles en 6 partidos por los 8 en 3 con Agüero sobre el campo. La irritación por la lesión del argentino ha desembocado incluso en un rechazo absurdo de algunos sectores de la grada hacia Forlán. La baja de Agüero ha impedido además que Forlán haya rotado en lo que va de temporada.
- Poco reconocimiento. Su repertorio de premios internacionales y su carácter decisivo como el gran goleador de la historia moderna del Atlético choca con la pérdida de crédito entre algunos sectores de la afición cada vez que no marca en tres partidos o que levanta su voz como profesional y no como hincha. Su prestigio fuera del Calderón es espectacular, y siempre suena para cualquier grande de Italia, España e Inglaterra. En lugar de enorgullecer, eso escuece aún más a la grada, lo que repercute en rabia y frustración del jugador.
- Relación con la afición. Hay algo que acentúa los baches del uruguayo, y es su relación con la afición atlética, que entiende mejor los rugidos institucionales que los arrebatos libertarios de Forlán. La parroquia tiene derecho a tener sus favoritos -a Reyes le bastó con pegarse tres carreras hasta la valla-, pero se debe entonces asumir la responsabilidad de poner en duda a un futbolista como Forlán, el único de la historia de este club con posibilidades reales de ganar un Balón de Oro.
- Declaraciones. Ni es la primera vez que el uruguayo dice que estudiaría otras ofertas, ni es el único que lo ha hecho*, pero en el fútbol se sigue sobrevalorando la fidelidad y entendiendo que el compromiso significa amor eterno. No se ha valorado que tras un gran Mundial afirmará con rotundidad que su sitio estaba en el Atlético**, y se ha exagerado su -cuestionable- salida de tono.
- Falta de motivación. Los delanteros viven de las rachas, y especialmente Forlán, que se dosifica para llegar fresco a las fases decisivas de la temporada. Sin Agüero, la falta de jugadores para asociarse le pesa demasiado, y si no encarrila pronto los partidos, llega el ansia. Es un mal endémico de los goleadores, no una particularidad del uruguayo. Aún asi, sus números finales siempre son espectaculares. No hay en Europa un futbolista de 31 años que corra tanto como él, que juegue tantos partidos al año a tanto nivel y que marque tanta cantidad de goles.
* 30/11/09, Agüero: "Siempre le dije al club que de aquí hasta junio me quedo aquí y que cuando haya una oferta que le venga bien a ellos y a mí se lo diré. Hasta junio voy a estar aquí y voy a luchar por estar en Europa."
09/04/10, Agüero: "Estoy muy feliz que me siga un club como el Inter, me pone nuy contento."
** 16/08/10, Forlán: "Estoy feliz en el Atlético, tengo ganas de quedarme."
- La ausencia del Kun. A Agüero no solo le echa de menos Forlán, sino todo el equipo: sin él, sólo han ganado 1 partido de 6. Forlán no marca sin el argentino, fundamental abriéndole espacios, pero es que nadie en el Atlético lo hace: 5 goles en 6 partidos por los 8 en 3 con Agüero sobre el campo. La irritación por la lesión del argentino ha desembocado incluso en un rechazo absurdo de algunos sectores de la grada hacia Forlán. La baja de Agüero ha impedido además que Forlán haya rotado en lo que va de temporada.
- Poco reconocimiento. Su repertorio de premios internacionales y su carácter decisivo como el gran goleador de la historia moderna del Atlético choca con la pérdida de crédito entre algunos sectores de la afición cada vez que no marca en tres partidos o que levanta su voz como profesional y no como hincha. Su prestigio fuera del Calderón es espectacular, y siempre suena para cualquier grande de Italia, España e Inglaterra. En lugar de enorgullecer, eso escuece aún más a la grada, lo que repercute en rabia y frustración del jugador.
- Relación con la afición. Hay algo que acentúa los baches del uruguayo, y es su relación con la afición atlética, que entiende mejor los rugidos institucionales que los arrebatos libertarios de Forlán. La parroquia tiene derecho a tener sus favoritos -a Reyes le bastó con pegarse tres carreras hasta la valla-, pero se debe entonces asumir la responsabilidad de poner en duda a un futbolista como Forlán, el único de la historia de este club con posibilidades reales de ganar un Balón de Oro.
- Declaraciones. Ni es la primera vez que el uruguayo dice que estudiaría otras ofertas, ni es el único que lo ha hecho*, pero en el fútbol se sigue sobrevalorando la fidelidad y entendiendo que el compromiso significa amor eterno. No se ha valorado que tras un gran Mundial afirmará con rotundidad que su sitio estaba en el Atlético**, y se ha exagerado su -cuestionable- salida de tono.
- Falta de motivación. Los delanteros viven de las rachas, y especialmente Forlán, que se dosifica para llegar fresco a las fases decisivas de la temporada. Sin Agüero, la falta de jugadores para asociarse le pesa demasiado, y si no encarrila pronto los partidos, llega el ansia. Es un mal endémico de los goleadores, no una particularidad del uruguayo. Aún asi, sus números finales siempre son espectaculares. No hay en Europa un futbolista de 31 años que corra tanto como él, que juegue tantos partidos al año a tanto nivel y que marque tanta cantidad de goles.
* 30/11/09, Agüero: "Siempre le dije al club que de aquí hasta junio me quedo aquí y que cuando haya una oferta que le venga bien a ellos y a mí se lo diré. Hasta junio voy a estar aquí y voy a luchar por estar en Europa."
09/04/10, Agüero: "Estoy muy feliz que me siga un club como el Inter, me pone nuy contento."
** 16/08/10, Forlán: "Estoy feliz en el Atlético, tengo ganas de quedarme."
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